Internacional

Inicia en Argentina juicio a 19 militares por crimenes de lesa humanidad durante dictadura

A 32 años del crimen de dos monjas francesas y varios delitos de lesa humanidad, perpetrados durante la dictadura militar argentina, Alfredo Astiz y 18 militares enfrentan a la justicia. El proceso durará de ocho a diez meses y participarán por lo menos 280 testigos.

Pospuesto en dos ocasiones, finalmente este viernes se abre el juicio contra Alfredo Astiz, alias el “ángel rubio de la muerte”. Astiz y 18 militares más estan acusados de 12 delitos de lesa humanidad: secuestro, tortura y homicidio. El proceso se llevará a cabo en el Tribunal Oral Federal 5 de Buenos Aires.

Asitiz, ex capitan de fragata, de 58 años (conocido en el mundo por la autoria de secuestros, torturas y muerte de extranjeros), ya fue condenado en ausencia a prisión perpetua en Francia e Italia y está encausado por la desaparición de la joven de origen sueco Dagmar Hagelin en 1977.

El ex capitán de fragata, enfrenta ahora a la justicia argentina junto a 18 militares más que actuaron en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), el más emblemático campo de exterminio del régimen militar argentino (1976 a 1983).

Las monjas francesas Léonie Duquet y Alice Domon y otros diez militantes humanitarios, entre ellos la fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor, fueron secuestradas en un operativo de la ESMA que se extendió entre el 8 y el 10 de diciembre de 1977.

Astiz aprovechó su rostro aniñado y aire ingenuo para infiltrarse en la pequeña organización Madres de Plaza de Mayo, haciéndose pasar por el hermano de un desaparecido y, bajo el falso nombre de Gustavo Niño.

Según testigos, el 8 de diciembre (a la salida de una misa) Astiz habría besado a sus víctimas (como señal), ante un comando de la ESMA que las secuestró. Ese gesto, conocido como el “beso de la muerte” aparece en casi todas sus biografías.

Los restos de Duquet, Villaflor y otras tres militantes fueron identificados en 2005, recuperados en un cementerio público donde habían estado enterrados desde 1978, tras ser arrojadas al mar (víctimas de los llamados “vuelos de la muerte”). Domon sigue desaparecida.

En 1978, Astiz estuvo en París para infiltrar a un grupo de exiliados argentinos que denunciaban en Europa los crímenes de la dictadura.Cuatro años más tarde, días antes de declararse la guerra de las Islas Malvinas fue enviado a las islas Georgias, también en disputa de soberanía con el Reino Unido, al frente de un comando de élite, pero se entregó a los británicos sin disparar un solo tiro.

Una declaración periodística en 1998, en la que se definió como “el mejor preparado para matar políticos y periodistas”, le costó la destitución militar y la condena a tres meses de prisión en suspenso por apología del delito.

La anulación de las leyes de amnistía en el gobierno del presidente Néstor Kirchner (2003 a 2007) permitió la reapertura de la causa ESMA que llega a juicio este viernes.Astiz se halla en cárcel preventiva desde hace dos años años en el penal de Marcos Paz , a 40 kilómetros de Buenos Aires.

El Tribunal Oral Federal 5 analizará también la desaparición del periodista y escritor Rodolfo Walsh y otros delitos cometidos contra 85 personas en la ESMA, por donde pasaron unos 5.000 opositores, de los cuales sobrevivió apenas un centenar.Allí funcionó además una maternidad clandestina donde daban a luz mujeres secuestradas, a las que les arrancaban sus bebés antes de hacerlas desaparecer.

Durante las audiencias, que se estima se extenderán entre seis y siete meses, desfilarán unos 280 testigos.

Unas 30.000 personas desaparecieron y cerca de 500 hijos de desaparecidos fueron robados y apropiados en la dictadura, según organismos humanitarios.