De acuerdo al estudio,“Coca:Deforestación, contaminación y pobreza»,Colombia perdió en un periodo de 15 años al menos 608.000 hectáreas de bosque húmedo tropical y alrededor de 35 especies de mamíferos se encuentran amenazadas de extinción por la siembra de coca.
«Con la siembra de la coca se visibiliza una deforestación y la erosión sobre grandes pastizales y la ampliación de la frontera agrícola, así como la desertización en zonas con una historia de frentes de colonización o uso excesivo del suelo en actividades ganaderas», explicó el director de Antinarcóticos de la Policía, el general Ricardo Restrepo Londoño.
De acuerdo con el informe, anualmente el país pierde 40.500 hectáreas de bosque por el narcotráfico, lo que significa que diariamente son destruidas 111 hectáreas de vegetación nativa. La publicación recoge estadísticas desde 1998 hasta 2012.
«El cultivo de coca en Colombia ha sido en áreas de colonización reciente en la Orinoquía y Amazonía, en particular las regiones de Guaviare y Caquetá», explica el informe.
En el último año comprendido en el informe, los departamentos con más hectáreas dedicadas a los cultivos ilícitos fueron Nariño, en el suroeste, fronterizo con Ecuador, con 10.733, seguido por el vecino Putumayo (6.148 hectáreas), Norte de Santander, en la frontera noreste con Venezuela (4.516) y Cauca, en el suroeste, con 4.325.
Según el estudio, a finales de 2012, el 39,7 % de las áreas sembradas de coca en el país estaba en la región del Pacífico, también de una gran biodiversidad, mientras que en la Amazonía estaba el 22 % de las plantaciones ilegales.
El estudio señaló que las afectaciones ambientales que genera el cultivo de coca son “la producción de dióxido de carbono (CO2) por la quema de árboles talados,contaminación de recursos hídricos por el vertido de sustancias químicas, amenazas a especies animales por la destrucción del hábitat, así como pérdida de la flora al quedar expuesta a las plagas”, señala el estudio.
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