Caribú Internacional transformó totalmente su esquema de operación. Después de 45 años de estar directamente en el mercado de la confección en Colombia, la compañía se convirtió en una administradora de sus propias marcas.
La empresa entregó en calidad de franquicia sus cinco marcas: Caribú, Wrangler, Tripper, Palmetto y Cracker, las mismas que ahora serán explotadas por 16 sociedades independientes.
Estos serán quienes confeccionen en talleres propios o a través de terceros las diversas líneas de prendas de vestir (vestidos de baño, ropa interior, accesorios, ropa para niños, pijamas, ropa hogar, jeans, camisas, junior, etc.), que antes subcontrataba directamente Caribú, a través de unos cien talleres.
Como se trata de un contrato de franquicia, Caribú supervisa el diseño, audita la calidad, realiza la publicidad y pone las condiciones de venta y mercadeo.
Para Andrés Angel, presidente de Caribú Internacional, esta era la mejor estrategia para lograr permanecer en un mercado altamente competido como el de la industria de la confección, especialmente desde la apertura económica.
Ahora Caribú se liberó del capital de trabajo, lo que le permite crecer más rápidamente. De hecho, bajo el nuevo esquema de operaciones, Caribú logró reducir ostensiblemente sus costos de operación. De un lado, redujo su planta de personal de 270 empleados a 14, bajó sus gastos cediendo contratos de arrendamientos de buena parte de la sede administrativa.
Sin embargo, unos mejores resultados aún no se verán, por lo menos, no en el balance correspondiente al ejercicio 95. Como se trata de un año de transición Caribú perderá plata, pero es que tuvimos que acomodarnos al nuevo sistema, lo que nos implicó hacer una limpieza total .
La empresa terminará este año con ventas (producto de las regalías) por 20.000 millones de pesos, lo que significa un incremento del 20 por ciento con respecto al período 94.
Para Angel esto es un resultado positivo, si se tiene en cuenta que la inflación del sector de la confección fue del 11 por ciento este año.
Las exportaciones seguirán en cabeza de Caribú Internacional, aunque son los propietarios de las licencias quienes buscarán sus clientes.
Hace tres años Caribú bajó ostensiblemente sus exportaciones, pues se vieron afectadas por la revaluación que se dio en el país. Llegó incluso un momento en el que prácticamente la compañía cerró el mercado externo.
Ahora reactivó sus ventas al exterior, las que este año escasamente llegarán al millón de dólares.