Tras la negativa de tres de los cinco sindicatos de la empresa a aceptar acciones a cambio de lo que se les debe a empleados y pensionados se tomó la decisión de liquidarla.
La mayoría de los trabajadores había aceptado la propuesta del presidente de la textilera, José Roberto Arango, en una encuesta llevada a cabo el 23 de abril a sus 2.400 empleados.
Sin embargo, los sindicatos debían convocar a asambleas para ratificar lo acordado entonces. El jueves, Sintratextil Subdirectiva Itagüí, Sinaltradihitexco y Sintratextil Subdirectiva Rionegro, que representan el 22 por ciento de la fuerza laboral de Coltejer, se negaron a hacerlo.
En consecuencia, las directivas de la empresa convocarán al comité que desde hace siete años vigila su desempeño dentro del marco de la Ley 550 (de reestructuración de pasivos) para comunicarle la imposibilidad de seguir adelante con este proceso de saneamiento fiscal.
De hecho, Arango le había manifestado recientemente esta preocupación a la Superintendencia Financiera mediante una carta.
“A pesar de que ya se había acordado que los empleados estaban de acuerdo con el plan de salvamento, algunos de los dirigentes sindicales no quisieron llamar a esa asamblea; por tanto, nos vemos abocados a la liquidación”, dijo Arango.
De otro lado, Luis Alberto García, del sindicato Sintratextil Subdirectiva Itagüí, aseguró que todo se trató de “una jugada política” de las directivas de la compañía.
“Hacía 15 días habíamos pedido hacer una asamblea para discutir el plan de salvamento y Arango nos la negó. Entonces, fue cuando se hizo la encuesta. Ahora sí quiere hacer una asamblea para que los empleados renuncien a una convención colectiva por la que habíamos luchado durante tanto tiempo”, dijo García.
Arango aseguró que el costo de la liquidación podría ascender a 120.000 millones de pesos, más un pasivo pensional de 111.000 millones de pesos. La empresa registró 160.000 millones de pesos de pérdidas en el 2007.