Economía

Coltejer se salva de la liquidación

Un total de 935 empleados le dijo sí a esa propuesta, 83 votaron por el no y hubo 18 votos en blanco y cinco nulos, para un total de 1.041 votos.

“Los felicito, compañeros, por la decisión que acaban de tomar”, les dijo el presidente del Sindicato Textil Coltejer Sedeco, Luis Fernando Mejía, cuando supo que 89,8 por ciento de los 1.050 trabajadores presentes acogió la propuesta de la terminación de la convención colectiva y de los contratos de trabajo.

Como las cuentas no cuadraron y había más personas que votos, la propia delegada del Ministerio de Protección Social, Gloria Duque -Inspectora del Trabajo- sacó nueve votos al azar antes del conteo final y los quemaron a la vista de todos y, así se hizo el escrutinio sobre un total de 1.041 votos.

“Los trabajadores han tomado la mejor decisión para la empresa y para ellos mismos y han entendido que era mejor una liquidación ordenada de Coltejer, que una liquidación judicial obligatoria”, dijo Mejía, rodeado de varios directivos.

Y, como era lógico y consecuente con el respaldo al primer punto, un segundo tema en la votación de ayer, que les preguntaba si la convención colectiva de trabajo debe recobrar su plena vigencia en caso de que fracase, por cualquier razón, la reestructuración y capitalización de la empresa, también recibió una abrumadora mayoría, superior a los 900 votos a favor.

Por su parte, Samuel Rodríguez Díaz, director de Recursos Humanos de la empresa, hizo este comentario cuando conoció el resultado: “La vinculación del socio mexicano está cerca… Es admirable lo que han decidido los trabajadores, que no era fácil, pero siempre hemos dicho que 90 por ciento de ellos es gente muy buena, que ha hecho grandes esfuerzos”, Entre tanto, su copresidente, José Roberto Arango, respondió así cuando fue requerido por la prensa, vía telefónica: “Que celebren los trabajadores, que yo sigo en la carpintería”.

Entre tanto, el asesor laboral de los cinco sindicatos de Coltejer para este proceso, Luis Fernando Zuluaga Ramírez, fue más sensato en medio de la euforia colectiva, cuando dijo que “lo que viene es más reuniones y mucho trabajo para revisar los contratos de muchos trabajadores y para trabajar con el socio inversionista con miras a definir las condiciones de la nueva empresa”.

Lo más favorable
El directivo insistió en que “de todos los males, era el menos perjudicial. En las condiciones de la empresa, una liquidación obligatoria habría sido más funesta para los trabajadores”.

Pero también hizo dos aclaraciones importantes. Por un lado, lo que termina es la vigencia de la convención colectiva, pero sus beneficios se mantienen hasta el día en que se concrete la vinculación del socio estratégico (Kaltex) y por otro, lo que termina es la convención colectiva y no los contratos individuales de trabajo, que siguen tal cual. En este caso, la empresa y el trabajador definirán la fecha precisa de su terminación.

Así mismo, Rodríguez enfatizó en que “el balance de la reunión de Itagui cumplió con las expectativas que teníamos como empresa ya que cuando se les presentaron las medidas que exigía Kaltex tuvimos reacciones similares a las obtenidas por las asambleas de dichos sindicatos donde podemos concluir que la empresa no se acaba y se salvará de mano de la compañía mexicana”.

La alternativa mejicana
Grupo Kaltex de México se dedica a fabricar y comercializar productos textiles que son comercializados en el mercado interno y en el externo. Esta operación le permite tener una rentabilidad adecuada para el desarrollo económico. Es una compañía líder en el mercado mexicano y tiene una estructura similar a la de Coltejer. En su red se encuentran varias empresas que se dedican a producir fibra sintética (Kaltex Fibers), hilo, telas, prendas de vestir (Kaltex Apparel) y productos textiles para el hogar (Kaltex Home).

El 50 por ciento de su producción está destinado a la exportación de sus productos. Tiene presencia en Estados Unidos, Canadá, Chile, Perú, Venezuela, Centroamérica, España, Francia, Gran Bretaña, Italia, los países nórdicos y Portugal.

Colprensa