Con arriesgada operación se puso fin a toma de rehenes en el centro de Bogotá
Más de dos horas de angustiosa y dramática situación se vivieron este miércoles en el centro de la capital de la República, donde un suboficial retirado del ejercito se tomó las oficinas de Porvenir y sometió a todos sus ocupantes bajo la amenaza de hacer estallar una granada de fragmentación.
El momento mas critico fue cuando agentes del Das y de la Policia de civil, se avalanzaron sobre el sujeto, lo derribaron al piso y le quitaron el artefacto explosivo.
Los integrantes de la fuerza publica aprovecharon un momento de distracción del individuo, cuando una funcionaria de la empresa ocupada leía un extenso comunicado que exigio divulgar a traves de la televisión y la radio.
El asaltante se identificó como el sargento retirado Edgar Paz Morales y dijo que habia servido al Ejército por espacio de 20 años le habian negado la pensión.
El hombre, oriundo del Valle, mantuvo siempre en su mano derecha la granada y el indice de la mano izquierda, agarrado el ping ó el seguro del artefacto, para en cualquier momento retirarlo para hacerlo detonar.
El suboficial ingresó a las oficinas de Porvenir hacia las 10 y 30 de la mañana y exigió la presencia del comandante de las Fuerzas Militares, general Freddy Padilla de León y de varios periodistas, entre ellos a Vicky Dávila, a quien citó con nombre propio, para entregar un comunicado con sus demandas.
Ninguno de los exigidos apareció, pero ante la presencia de cámaras del Noticiero City Tv, ordenó la lectura del documento de 7 páginas, en el cual afirmó que habia sido despedido injustamente del Ejercito y denunció una serie de irregularidades cometidas por las Fuerzas Militares, incluyendo asesinatos, torturas y otras acciones armadas contra dirigentes políticos y sindicales en general.
Poco antes, habia permitido la salida de siete rehenes.
El suboficial fue sorprendido por uno de los agentes de la policia vestido de civil, en momentos en que terminaba de contestar una llamada de celular y metia su mano, con la granada, en el bolsillo de la chaqueta.
El cerco policial establecido, que implicó el cierre del tránsito sobre la carrera septima, la calle 17 y otras vias aledañas, provocó un enorme trancon y caos en el centro de la capital. Las oficinas del edificio, y otros aledaños, asi como los almacenes de la zona, fueron evacuadas y cerradas.
El hombre fue desarmado a las 12 y 15, e inmediatamente fue trasferido a la sede de la policia metropolitana. Será juzgado por terrorismo, secuestro y porte ilegal de armas.
«Yo no quiero perjudicar a nadie, pero si no me solucionan el problema voy a desactivar esta granada», expresó en repetidas ocasiones.
Tambien envió un mensaje a su familia pidiéndole perdón por lo que había hecho, y prometiendo que todo iba a salir bien.
El sargento retirado hablo telefónicamente con el Defensor del Pueblo Vólmar Pérez quién se comprometió a enviar dos funcionarios suyos para atender sus demandas.
El Comandante de la Policía Metropolitana, Rodolfo Palomino, dirigió la operación y trató de concertar con el suboficial.
«Es necesario que la gente mantenga la serenidad, estamos manejando esto con acierto para preservar la vida de las personas que estan como rehenes», señalo el general Palomino en su momento.
En el comunicado, que no alcanzó a ser leido en su totalidad, hacia un recuento de hechos en los cuales habia participado durante su paso por el Ejercito, comenzando por la “toma” de la embajada de Republica Dominicana en Bogotá por el M-19 y otras acciones conjuntamente con grupos armados al servicio del narcotrafico .
Entre otras cosas señalaba lo siguiente: «armamos un grupo que fue entrenado por el israelí Jair Klein, quedaba ubicado en un montaña en Tolemaida, habiendo pasado los entrenamientos se monta el área operacional el una finca de Jorge Luis Ochoa, alli sucededían toda clase de atrocidades, alli capturabamos a miembros del M19, donde se torturaban de la manera más cruel».
Entre otros de los hechos, reseño que «a finales de 1981 aparece la cooperativa Convivir (conformada por varios miembros del Ejército), con el patrocinio de la Gobernación de Antioquia bajo el mando de Álvaro Uribe. En ese mismo tiempo recibimos la orden en la cooperativa de eliminar a Navarro Wolf».
Añadio que participó en el atentado de Navarro Wolf con una granada y aseguró que en el momento los felicitaron, pero cuando recibieron la noticia que el dirigente politico se había salvado, recibió un fuerte castigo.
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