38 personas murieron y 80 más quedaron heridas en otra jornada sangrienta en Irak, tras dos atentados con bomba, perpetrados en diferentes zonas del país.

En el primer hecho, un atacante suicida que se hizo detonar dentro de un edificio municipal al oeste de Bagdad, mató al menos a 20 personas en una reunión de jeques tribales que se oponen a la red terrorista Al Qaeda.

Estados Unidos confirmó que hubo estadounidenses fallecidos, al parecer miembros del cuerpo de Marines, pero no proporcionó más detalles.

Por otro lado, otras 18 personas murieron y unas 60 quedaron heridas en un atentado con un carro bomba cerca de unas oficinas gubernamentales en la ciudad norteña de Mosul, indicaron las autoridades.

Los ataques forman parte de un repunte en la violencia en Iraq tras semanas de calma relativa.

La bomba en Mosul explotó entre las oficinas gubernamentales y un mercado, donde el gobernador de la circundante provincia de Nínive, Duraid Kashmola, estaba inspeccionando los daños generados por un ataque con cohete cometido anteriormente.

El ataque en Karma se produjo apenas días antes de que las tropas estadounidenses entreguen a los iraquíes la responsabilidad por la seguridad de Anbar.