A pesar de que la Superintendencia Financiera modificó y simplificó los requisitos que pueden exigir los establecimientos de crédito a las personas de bajos recursos que quieran abrir una cuenta de ahorro de bajo monto, la banca mantiene su posición de no querer hacerlo.

La Superintendencia señaló que la para las cuentas de bajo monto, la exigencia se limitará a verificar la información de los clientes en lo que tiene que ver con el nombre y apellido, documento de identificación y lugar y fecha de nacimiento.

No es necesario, subrayó el organismo, recabar o insistir en información adicional y mucho menos en exigir a los potenciales clientes documentos específicos de identificación.

La Superintendencia Financiera consideró que la normatividad vigente para prevenir el lavado de dinero no debe constituirse en un obstáculo para la apertura de esta clase de cuentas que fueron autorizadas por el gobierno hace tres meses pero sin aplicación alguna por parte del sistema bancario.

Entre otras características, las cuentas de bajo monto, que deben ser de ahorro, están exentas del tributo del cuatro por mil; los depósitos mensuales podrán ser hasta por un equivalente a dos salarios mínimos, es decir 923 mil pesos; el manejo de la cuenta, los talonarios o las tarjetas débito serán gratis y por lo menos dos transacciones y una consulta de saldo realizadas mensualmente por el cliente, no causarán comisiones ni costos adicionales.