El presidente Álvaro Uribe anunció ayer el ingreso de Colombia al Consejo de Defensa Sudamericano propuesto por su par brasileño Luiz Inácio Lula da Siva, de visita en Bogotá, el cual había objetado en principio.
“La decisión que comunica Colombia hoy es ingresar al Consejo de Seguridad de Sudamérica”, dijo Uribe en rueda de prensa con Lula en la hacienda presidencial de Hatogrande, en las afueras de Bogotá.
Uribe, principal aliado de Estados Unidos en la región, señaló haber aceptado la iniciativa con algunas condiciones que recibieron la “comprensión” de Lula y de la mandataria chilena Michelle Bachelet, actual presidenta de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).
Entre esos puntos mencionó que “las decisiones en un Consejo de esta naturaleza deben ser por consenso” y tiene que “reconocerse solamente a las fuerzas institucionales consagradas por la Constitución de cada uno de los países signatarios”.
Asimismo, que la “declaración de principios o en la carta estatutaria del Consejo debe haber un rechazo total a grupos violentos, cualquiera sea su origen”, agregó, aludiendo a las guerrillas izquierdistas de su país.
Uribe hizo el anuncio tras reunirse con Lula y firmar nueve acuerdos de cooperación, incluido uno de defensa que prevé vigilancia compartida en la frontera amazónica, de 1.500 km, donde operan los rebeldes.
El proyecto de crear el Consejo fue llevado por Brasil a la cumbre de la Unasur en Brasilia en mayo, pero el mandatario colombiano lo rechazó argumentando que no era oportuno. Explicó que su gobierno consideraba que quien debía mantener esas funciones era la Organización de Estados Americanos (OEA).
Desde 2000, Washington ha aportado al Plan Colombia unos 4.000 millones de dólares y hace un año la Cámara de Representantes estadounidense autorizó su prolongación, lo que implica una partida adicional de 530 millones de dólares.
COOPERACIÓN COMERCIAL EN LA AGENDA
El presidente Uribe y su colega brasileño Lula da Silva instalaron en la capital colombiana un encuentro empresarial, como parte de una agenda de cooperación comercial y de seguridad en una visita oficial de dos días.
Lula aseguró en su discurso ante unos 200 empresarios de los dos países que en el mundo de hoy no debe “existir mezquindad política entre los iguales” y que es necesario diversificar “las relaciones comerciales para que no quedemos dependientes de un único socio”.
Uribe expresó a su par brasileño la necesidad de que su país incremente la inversión en Colombia a fin de superar las barreras de infraestructura y de los biocombustibles.
En Colombia operan más de 30 grandes empresas brasileñas, incluida Avianca, la firma aérea insignia de este país, que fue vendida a un empresario carioca, así como en los sectores siderúrgicos y del petróleo.
LULA HABLÓ EN DEFENSA DE PAÍSES POBRES
Lula comentó, sobre las exigencias en la ronda de Doha en Ginebra, que Europa no disminuya sus relaciones agrícolas con los países pobres y en desarrollo. “Queremos negociar, pero no deseamos impedir que nuestros países tengan la oportunidad de desarrollarse en el siglo XXI” como otras naciones pudieron hacerlo el siglo anterior.
Indicó que era optimista en obtener “un acuerdo en el que los países pobres puedan tener una oportunidad mejor en el comercio internacional”.
También se refirió a las leyes europeas de inmigración que dificultan “cada vez mas el tránsito de latinoamericanos y africanos”.
“Es como si una familia aquí en Colombia o en Brasil pudiese haber mejorado su nivel de vida y no quisiese recibir a sus parientes pobres”, dijo Lula. “La única cosa que deseamos exigir es que el tratamiento a nuestros hermanos sea el mismo que les dimos a ellos cuando vinieron para acá”, señaló.
Asimismo señaló que es importante estudiar y analizar el precio del petróleo, los precios de los alimentos y las tasas de inflación.
RELACIONES SATISFACTORIAS
Uribe agradeció a Lula la invitación que le hizo a la estatal Ecopetrol para que participara en los bloques de producción de combustible en pozos petroleros recientemente hallados en Brasil.
Asimismo le informó que a pesar de los 1.645 kilómetros de frontera común la comunicación terrestre entre los dos países es casi nula. Uribe Vélez explicó que se están haciendo esfuerzos para contratar grandes vías de competitividad y necesitan de la presencia de Brasil.
La balanza comercial entre los dos países favorece a Brasil, cuyas exportaciones a Colombia superan los 2.200 millones de dólares mientras que las colombianas no llegan a los 500 millones de dólares.
Tras una junta en la casa de campo presidencial de Hato Grande, al norte de Bogotá, Lula señaló en rueda de prensa la importancia de la construcción de un ferrocarril que será financiado por Brasil a un costo de 650 millones de dólares, procurando el desarrollo de tres departamentos colombianos y que transportaría 10 millones de toneladas de carbón anuales.
Los dos jefes de Estado viajan hoy a Leticia, ciudad amazónica, para celebrar allí el Día de la Independencia de Colombia, en compañía del presidente peruano Alan García, quien también sostendrá una junta con sus colegas de Colombia y Brasil.