El embajador de Colombia en España, Carlos Rodado Noriega, y la secretaria de Estado española para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, intercambiaron este miércoles los instrumentos de ratificación del futuro Convenio bilateral para evitar la doble tributación.
“El canje de instrumentos (…) es, por así decirlo, un paso más de esta secuencia de acciones que el Reino de España y Colombia han venido adoptando para seguir fortaleciendo y estrechando sus relaciones en el campo comercial”, dijo Rodado en el acto de la firma, celebrado en el ministerio español de Exteriores.
El Convenio que eliminará la doble tributación entrará en vigor el próximo 23 de octubre y se sumará al acuerdo para la promoción de inversiones que los dos países pusieron en marcha hace apenas un año.
Son dos instrumentos con los que, -según dijo en el mismo acto Trinidad Jiménez-, “cubrimos la demanda de seguridad jurídica del inversor, que busca oportunidades económicas en el exterior”.
Beneficios
Esos dos acuerdos y las condiciones que ofrece Colombia “permitirán que las inversiones aumenten notablemente en los próximos años”, vaticinó la secretaria de Estado, quien precisó que la inversión española en Colombia alcanzó los 285 millones de dólares en 2007.
En términos similares se pronunció el embajador, al afirmar que con la supresión de la doble imposición “se genera un aliciente adicional a todos los que las dos naciones han venido creando para que haya un flujo adicional de inversiones españolas en Colombia y, por supuesto, también colombianas en España”.
Rodado recordó que ya son más de 140 las empresas españolas que están presentes en territorio colombiano donde todavía hay cabida, dijo, para muchas más, incluidas pequeñas y medianas empresas (Pymes) que, en su opinión, representan “un potencial enorme”.
Reglas de juego
Los empresarios deben tener claro, añadió, que “somos respetuosos de las reglas del juego” y que, por lo tanto, Colombia “es un escenario de seguridad jurídica”.
“Consideramos que la propiedad privada y el respeto a las inversiones extranjeras son fundamentos no solamente de un Estado democrático, sino que lo llevamos incorporado casi como un compromiso de conciencia”, añadió.
Con el Convenio contra la doble imposición, los inversionistas de ambos Estados no estarán en situaciones más gravosas como consecuencia de la doble tributación cuando inviertan en el otro Estado.
Tampoco estarán sometidos a ningún impuesto ni obligación sobre la materia, adicional a los exigidos a los nacionales del país.