La Policía brasileña descubrió indicios de que el narcotraficante colombiano Juan Carlos Ramírez Abadía, alias “Chupeta”, y el brasileño “Fernandinho Beira-Mar” planeaban secuestrar a un hijo del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, como chantaje para fugarse, informaron medios locales.
Ambos capos, presos en una prisión de máxima seguridad en Campo Grande (Mato Grosso do Sul, oeste), también planeaban secuestrar a por lo menos cinco altas autoridades del Ejecutivo y del Judicial brasileño, informó la Policía.
“Ellos querían hacer estos secuestros para intercambiar la libertad de estas autoridades por la suya“, afirmó el director del sistema penitenciario federal, Wilson Damasio, en declaraciones recogidas por la versión digital del diario O Globo.
Los planes de los narcotraficantes fueron desbaratados ayer por la Policía brasileña, que trasladó a los presos para someterles a interrogatorio bajo la acusación de asociación ilícita con fines de delinquir.
Según averiguó el servicio de inteligencia del sistema penitenciario, “Chupeta” y Luiz Fernando da Costa, conocido como “Fernandinho Beira-Mar”, daban las órdenes a sus sicarios a través de la ex mujer de Abadía, Ivana Pereira de Sá, y el abogado Vladimir Búlgaro.
Los dos, al igual que otros cinco presos, fueron arrestados en el marco de la operación y trasladados a la sede de la Policía Federal en Campo Grande, donde prestaron declaración. Los detenidos regresaron hoy al presidio de máxima seguridad.
Los nuevos cargos podrían retrasar la extradición de “Chupeta” a Estados Unidos, donde era el narcotraficante más buscado, y donde tendrá que responder por delitos como tráfico internacional de drogas y el asesinato de quince personas.
Cabe a la Procuradoría brasileña estudiar si el colombiano debe responder primero ante la Justicia brasileña por sus últimos delitos.
El Supremo Tribunal Federal de Brasil ya ha emitido un parecer favorable a la extradición del capo, pero la decisión está todavía pendiente de la autorización por parte del presidente Lula.
“Chupeta” fue detenido en Brasil en agosto del año pasado y está considerado como “un narco frío y de gatillo fácil”. La revista Semana publicó un interesante perfil del hombre más buscado, que puede leer pulsando aquí.
La extradición fue condicionada a que EE.UU. acepte el principio de la Constitución brasileña de no aplicar penas más largas de 30 años de prisión.
Con información de Efe
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