Perú se unió a Colombia para denunciar en Europa los daños ambientales causados por el cultivo y la producción de coca, según un acuerdo firmado entre responsables de los dos gobiernos.
El acuerdo fue firmado por el presidente de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin drogas (Devida), Rómulo Pizarro, y el vicepresidente Francisco Santos.
Este acuerdo pretende generar una conciencia en Europa, continente en el que se vive un auge en el consumo de cocaína, y mostrar los efectos que la producción de droga tiene en ambos países, que comparten problemas como la destrucción de bosques y el uso incontrolado de sustancias químicas en un entorno tan sensible como el Amazonas, explicó Santos.
El vicepresidente colombiano expresó ante los medios de comunicación que esta iniciativa, enmarcada en el proyecto de Responsabilidad Compartida impulsado por el Gobierno del país cafetalero, pretende trasladar a los países desarrollados un mensaje conjunto en busca de mayor sensibilidad.
“Este memorando nos va a permitir ampliar la cooperación en materia antinarcóticos (…) y esperamos que nos abra las puertas para que sea empleado en fomento de la prevención e impacte en futuros consumidores”, señaló Santos.
Para Pizarro, este acuerdo permitirá “sumar esfuerzos y aplicar, tanto en Perú como en Colombia” las experiencias exitosas en la lucha contra en narcotráfico que más se ajusten a cada país.
Según Santos, los procesos para la producción de cocaína han causado en Colombia la destrucción de dos millones de hectáreas de bosque en los últimos 25 años, un área equivalente a la mitad de Dinamarca.
Asimismo, el uso incontrolado de pesticidas y químicos que se filtran a las fuentes de agua son otros de los problemas medioambientales causados por la producción de cocaína.
Colombia y Perú son respectivamente el primer y segundo productor de hoja de coca y cocaína del mundo, mientras que los principales consumidores son Europa en su conjunto y los Estados Unidos.
EFE