Ecuador planteó de nuevo a Colombia la creación de un organismo permanente de diálogo militar que, bajo observación internacional, resuelva pacíficamente los incidentes fronterizos por incursiones armadas, dijo el ministro de Seguridad, Gustavo Larrea.
De ser aceptada, la propuesta sería vista como una de las medidas de confianza que ha reclamado el gobierno del presidente Rafael Correa antes de reanudar las relaciones diplomáticas con su par colombiano, rotas desde el 1 de marzo, afirmó Larrea en una entrevista el miércoles con la AFP.
“Es necesario establecer y constituir un organismo permanente que nos permita evaluar la situación de frontera. Hicimos una propuesta que es la de crear una comisión binacional militar”, precisó el funcionario durante un recorrido por la línea limítrofe.
El grupo estaría conformado por autoridades militares y policiales de ambas naciones, y delegados de cinco países amigos “mutuamente escogidos”, agregó Larrea.
“No hemos tenido incidentes que lamentar en la frontera (desde la ruptura de relaciones), pero es importante mantener una relación entre los militares para que cualquier incidente se informe rápidamente y sea resuelto pacíficamente”, comentó el ministro.
Ecuador y Colombia comparten una línea fronteriza de 760 km, a lo largo de la cual operan rebeldes de izquierda, paramilitares y contrabandistas de armas y drogas.
Las autoridades ecuatorianas han denunciado varias incursiones colombianas por parte de tropas regulares e irregulares, y en los últimos meses han observado un incremento de las acciones de los grupos paramilitares, pese a que Colombia asegura haberlos desmontado a través de un cuestionado acuerdo de paz.
“Hay un sector que está rearmándose en el marco de las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia, paramilitares), y lo que es todavía mucho más grave, hay sectores de las AUC que están engrosando las bandas criminales de secuestro y extorsión”, según el ministro ecuatoriano de Defensa, Javier Ponce.
Los países enfrentaron en marzo la peor tensión militar y política de su historia, a raíz del bombardeo colombiano contra un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en suelo ecuatoriano que dejó 25 muertos, incluido el número dos de esa guerrilla, Raúl Reyes.
El ataque llevó a Quito a romper por primera vez relaciones diplomáticas con Bogotá y a planificar la compra de 24 aviones de combate brasileños Super Tucano, dos radares y seis aviones no tripulados para la vigilancia fronteriza.
Casi seis meses después de haberse interrumpido el diálogo entre los dos países, la situación en la frontera -donde Ecuador mantiene desplegados 11.000 hombres en 13 destacamentos- es tensa ante la posibilidad de un incidente militar, según Larrea.
“Ya en el campo comercial no ha habido un deterioro importante, pero sabemos que Colombia ya no compra productos o excedentes agrícolas que nosotros históricamente hemos vendido (…) Esperamos que sea una medida temporal”, sostuvo.
En el primer semestre de 2008 la balanza comercial entre los dos países alcanzó los 1.198 millones de dólares, con saldo desfavorable para Ecuador.
EFE