El Chelsea tiene tan claro que Robinho ya pertenece al club europeo, que colgó en su página web oficial una oferta a sus socios para que compraran ya la camiseta del astro brasilero con los colores y el escudo del club londinense. En el club de Londres lo tienen ya todo preparado para que el jugador viaje el mismo viernes a Inglaterra.
El acuerdo es total, pero el Madrid insiste en que quiere presentar una cara nueva, un recambio, antes de hacer oficial la marcha del delantero brasileño, al que no sólo le han preparado la camiseta. El propio Scolari, su posible nuevo técnico, afirma, que podría ya debutar y jugar algunos minutos en el importante derbi del próximo domingo contra el Tottenham de Juande Ramos.
El preparador brasileño lleva días diciendo que su compatriota es el jugador que le falta para cerrar el círculo de una plantilla prácticamente inabordable. En realidad, el único que defiende la continuidad de Robinho en el Madrid es el entrenador, Bernd Schuster, que ve cómo se van cayendo las opciones de fichajes y prefiere tener a una figura enfadada antes que reducir el número de efectivos de la plantilla.
El alemán ha llegado a comentar que es capaz de reconducir la situación y de devolver a Robinho al redil del club blanco, pese a sus estruendosas declaraciones previas al partido de Supercopa contra el Valencia en las que pidió su traspaso al Chelsea.
Sin embargo, los dirigentes del club creen que la situación es insostenible y que Robinho no puede permanecer un minuto más en la plantilla blanca; que su ciclo se ha terminado y que no hay marcha atrás. De ahí que acepten la oferta de Abramovich, pero opten por retrasar el anuncio hasta que la afición pueda darse una alegría con una cara nueva. Sobre todo después de los fiascos con Cazorla y Villa y de las ásperas declaraciones de los presidentes del Villarreal y del Valencia, que han cuarteado la imagen del Real Madrid.