
La ex secuestrada de las Farc Ingrid Betancourt hizo dos llamados para poner fin al conflicto armado en Colombia. Por una parte le dice a la guerrilla que abandone las armas y luche por cambiar las cosas a través de la democracia. Por otro lado le pide a los colombianos que permitan abrir un espacio político a las Farc, para que el grupo armado ilegal avance hacia una negociación con el Gobierno Nacional.
El mundo espera, afirmó Betancourt, que «abandonen el crimen, los fusiles y la muerte y si quieren luchar para cambiar las cosas en Colombia lo hagan a través de la democracia, amparándose en la justicia y en la Constitución y salvaguardando los derechos de todos los colombianos».
La ex candidata a la presidencia de Colombia, que se encontró con el papa Benedicto XVI, pidió rezar para sacar a los jefes de la guerrilla del «autismo» en el que se encuentran, y en el que «en el que sólo se escuchan a sí mismos y no oyen las posiciones de los demás».
En una rueda de prensa en la sede de la provincia de Roma, quien promovió su viaje a la capital italiana, Betancourt se dirigió directamente a los jefes de la guerrilla, entre los que citó a Alfonso Cano, Iván Márquez, Joaquín Gómez, y les digo «que el mundo les mira y quiere que en sus corazones haya espacio para el amor y el perdón».
«Mas allá de los cálculos de conveniencia militar y política también tiene que haber espacio para una reflexión de humanidad y entender que hay que cortar el círculo vicioso del odio y la venganza», añadió.
Betancourt, liberada el pasado 2 julio tras seis años de secuestro, afirmó que «el mundo está esperando que los guerrilleros quieran conseguir realmente la paz en Colombia».
«Yo les reconozco su derecho a ser diferentes, pero reconozcan el derecho del resto de las personas a pensar de otra manera», agregó la ex candidata presidencial.
