Formidable actor. De los que no se conforman con éxitos efímeros en papeles – así sean protagónicos- en televisión (Sin tetas no hay paraíso).
De los que entiende que sólo haciendo algo “grande”, maduro, profundo, es posible permanecer y catapultarse.
Moreno tiene 42 años, 4 hijos, una mujer que quiere. Y unas agallas más grandes que las de su personaje en “Perro come perro”, la película más universal y exitosa realizada por productores y actores colombianos en muchos años (¿Décadas?… ¿O en toda la historia del cine nacional?).
Entrega total es su vocación. Por eso se tomó el tiempo, a riesgo de sus ingresos mínimos para la familia, para contribuir con su esfuerzo actoral y su peculio a una realización que hoy recibe todos los elogios. Nueve años de lucha, como si fueran 9 de embarazo, para dar luz a una gran película.
No hay que ser experto en estas artes para salir de la película sintiendo que hubo ingenio, guión, compromiso, calidad. Y acierto.
Perro como perro es excelente. Y Marlon Moreno es extraordinario, un super perro.
Los comentarios están cerrados.