Al convocar a una asamblea de reforma política lo que se busca es la concentración de la economía y del poder ejecutivo por parte del Estado. Así lo manifestó Eduardo Carmignani, abogado de la Universidad Católica de Guayaquil.
El Gran Debate con Adolfo Beck
Al respecto, el editorialista del periódico El Comercio, Fabián Corral, dijo que pensar en esta reforma es “una ilusión vacía de cambio para el Ecuador”.
En desarrollo del análisis, realizado en el Gran Debate con Adolfo Beck, Carmignani resaltó que de esta manera se plantea una Constitución que fortalezca y controle las actividades económicas. Indicó que en el ámbito financiero, la otorgación de los créditos estaría en manos del Estado. Así mismo las empresas del espectro radioeléctrico deberán compartir con la Nación el 50 por ciento de sus utilidades. En cuanto a la posesión de tierras, la reforma apunta a un cambio en el régimen de propiedad, dijo el académico.
Los aspectos más negativos y nocivos para el país, estarían, según Eduardo Carmignani, en las grandes repercusiones en la economía del Ecuador, como son el ahuyentar a los inversionistas y proporcionar un mercado altamente inseguro.
Así pues, “no se puede permitir que cada mandatario ajuste la Constitución a su medida “, señalo Fabián Corral, quien insistió en que es prioritario tener en cuenta el querer popular.