97 mil damnificados deja en el país la fuerte temporada invernal, de los cuales, la mitad, se produjeron en las últimas horas en el departamento de Córdoba.

El reporte fue entregado por la directora nacional de Prevencion y Atención de Desastres, Luz Amanda Pulido, quien adelanta este domingo una gira de inspección por los municipios y poblados inundados por el desbordamiento de los rios Sinú y San Jorge.

Además de Córdoba, los departamentos mas afectados por las intensas lluvias son Antioquia, Atlántico, Bolívar y La Guajira.

La funcionaria indico que los censos adelantados hasta el momento confirman 8.174 viviendas averiadas en 63 municipios afectados en 15 departamentos.

Luz Amanda Pulido expresó que lo mas preocupante, aparte de que el invierno irá hasta mediados de diciembre, es que muchos alcaldes se han limitado a alertar a los Comites Prevencion y Atencion de Desastres, sin haber apropiado o proyectado recursos economicos para atender las emergencias.

En otras palabras, no hay dineros para ayudar a las gentes que estan resultando damnificadas por las inundaciones y vendavales, subrayo la funcionaria.

Destacó que hasta ahora, su oficina ha invertido 28.000 millones de pesos para suministrar las ayudas a las familias que lo han perdido todo por la ola invernal.

La situación más grave se presenta en el departamento de Córdoba, dondee 42 mil personas tuvieron que abandonar sus viviendas en las ultimas horas, como consecuencia de los desbordamientos de los ríos Sinú y San Jorge.

La dramatica situación afecta a 17 poblaciones ribereñas, según el reporte de las oficinas de atención y prevencion de desastres y de los organismos de socorro.

Los 17 municipios afectados por las inundaciones son: Tierralta, Valencia, Montería, cereté, San Pelayo, Cotorra, Lorica, San Bernardo del Viento, Chimá, Momil, Purísima San Carlos, Montelíbano, La Apartada, Buenavista, Ayapel y Moñitos.

Mientras tanto, en el municipio de Venecia, Antioquia, se reportó la muerte de dos personas y la desaparicion de por lo menos 3 más, como consecuencia de una avalancha de una quebrada, afluente del Río Cauca.

Al parecer hubo un represamiento por un deslizamiento de tierra y esto provocó la avenida de agua, lodo y piedra que arrasó todo a su paso.