Según un primer reporte suministrado por el cuerpo oficial de Bomberos de Bogotá, se pudo establecer que a causa de las fuertes lluvias que azotan a la capital de la república, varios puntos de la ciudad se encuentran inundados.
De manera inicial, se ha podido establecer que en el norte de la ciudad, especialmente en el sector del El Nogal, el taponamiento de algunas alcantarillas, ha inundado calles y parqueaderos de esa zona, dificultando también el tráfico vehicular no sólo en ese punto, sino en general en todas las vías de la ciudad.
Igualmente, ese organismo de socorro confirmó que algunos caños sobre la carrera 30, la avenida 68 y la Boyacá, podrían desbordarse, debido al incremento de las lluvias esta tarde.
Por otro lado, un árbol se cayó a la altura de la calle 74 con avenida caracas, sobre una vivienda y un instituto educativo, sin dejar ningún lesionado.
Otros cinco árboles habrían caído en los últimos minutos sobre las calles 74 y 76 entre las carreras 11 y 15, a causa de las mismas lluvias.
También está inundado un buen sector de Galerías entre las calles 52 y 53 y las carreras 26, 27 y 28, razón por la que el cuerpo oficial de Bomberos y el DEPAE, se encuentran atendiendo estas emergencias.
Así mismo el sótano de la Clínica Nicolás de Federmann se encuentra totalmente inundado, por lo que en este momento está siendo desalojado, para evitar cualquier incidente.
A esta hora el reporte oficial indica que los barrios más afectados son el 7 de Agosto, Galerías, Nicolás de Federmann y gran parte de la localidad de Tunjuelito, a la altura de San Benito y el Tunjuelo.
De esta forma y aunque hasta el momento las autoridades no reportan víctimas debido a estos hechos, se le recomienda a la ciudadanía mantener la calma y evitar salir a la calle, con el fin de prevenir cualquier emergencia que se pueda registrar, ante la posibilidad de nuevas inundaciones en otros puntos de la ciudad, y la caída de más árboles.
Es indispensable que las personas reporten cualquier emergencia ante la línea 1,2,3, evitando resguardarse cerca de los árboles y los paraderos de buses, con el fin de prevenir una tragedia.