La Oficina Federal de Estadística, con sede en Wiesbaden, anunció hoy que el Producto Interior Bruto (PIB) de Alemania registró en el tercer trimestre del año un retroceso del 0,5 por ciento, tras sufrir otro bajón del 0,4 por ciento en el segundo trimestre.
El anuncio se produjo poco antes de que la canciller alemana, Angela Merkel, viaje a Washington para participar en la cumbre del G-20, en la que los líderes de las principales economías mundiales buscarán soluciones a la crisis financiera y coyuntural del planeta.
La Oficina Federal de Estadística recordó que Alemania no sufría una recesión desde el primer semestre de 2003 y atribuyó el retroceso en el trimestre estival a la fortaleza que entonces registraba el euro y a los elevados precios del crudo en julio, agosto y septiembre.
Estos dos factores hicieron que las exportaciones, el motor principal de la economía alemana, sufrieran un bajón como consecuencia del enfriamiento coyuntural en el mundo, sin que los impulsos positivos del consumo interno público y privado pudiesen compensarlo.
Tras dos años de crecimiento continuo en 2006 y 2007 con cifras superiores al 2,0 por ciento, la economía alemana se encontraba amenazada de recesión desde hace meses.
Pese a todo, las cifras globales para 2008 siguen siendo positivas y el consejo de expertos gubernamentales que forman los llamados “Cinco Sabios” subrayó, al presentar ayer su último informe, que la economía alemana crecerá el 1,7 por ciento.
La propia Oficina Federal de estadística ha calculado que, pese a los datos negativos del segundo y tercer trimestre, la economía alemana acumula este año un crecimiento del PIB del 1,8 por ciento y que cerrará su balance anual en positivo.
Los prestigiosos profesores de economía de Alemania que representan los “Cinco Sabios” son, sin embargo, pesimistas para 2009, año para el que han pronosticado un estancamiento absoluto de la economía alemana, con un PIB del 0,0 por ciento.
Mas negativos son los augurios del Fondo Monetario Internacional (FMI) , que en su más reciente informe vaticina para Alemania un retroceso del PIB del 0,8 por ciento el año próximo, mientras el Gobierno de Merkel aún cuenta con un “minicrecimiento” del 0,2 por ciento.
Para hacer frente a tan negro panorama, el Gobierno ha aprobado un paquete de medidas para impulsar la economía de este país que podría alcanzar los 50.000 millones de euros, iniciativa que hoy fue sancionada por los grupos parlamentarios de los dos partidos que forman la gran coalición.
Ese programa, que consiste en fomentar las inversiones públicas y privadas y algunos incentivos fiscales, está dotado de un total de 32.000 millones de euros, incluidos los 20.000 millones de euros que conforman el plan aprobado en octubre que recoge reducir las cotizaciones al seguro de desempleo y subir las ayudas familiares.
El Gobierno espera que el paquete de medidas movilice inversiones de hasta 50.000 millones de euros, entre programas estatales y actividades de la empresa privada, para ayudar a superar la actual recesión.
Este último término es, sin embargo, objeto de discusión, ya que para una escuela económica se produce cuando una economía no crece dos trimestres seguidos, y para otra cuando el rendimiento económico de todo un año es inferior al del anterior.
En el caso de Alemania y pese al aspecto negativo de las cifras dadas hoy a conocer en Wiesbaden, el PIB creció en el tercer trimestre de 2008 el 0,8 por ciento respecto al mismo trimestre del año anterior.
EFE