–El presidente Alvaro Uribe Vélez reafirmó este martes que todos los promotores de las “pirámides” deben ir a la cárcel, y que se les debe perseguir el dinero donde lo tengan, para restituirlo a los que confiaron en ellos.

El primer mandatario dijo que el Gobierno Nacional continuará rastreando cuentas de captadoras ilegales de dinero dentro y fuera del país, y seguirá tomando todas las medidas necesarias para contrarrestar la crisis social que deja el fenómeno de las ‘pirámides’.
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Las precisiones las hizo el Presidente Uribe Vélez durante la ceremonia de ascensos de oficiales generales y de insignia de las Fuerzas Militares, realizada en la Escuela Militar José María Córdova.

“Hay que fortalecer las investigaciones, avanzar con toda dedicación en las investigaciones, buscar que todos vengan a responder ante la justicia y ante el pueblo colombiano, y además perseguirles ese dinero donde lo tengan. Vamos a hacer ese esfuerzo”, puntualizó.

Dijo que se continuarán tomando todas las medidas necesarias para apoyar la reactivación económica de las regiones afectadas por la gran estafa de las ‘pirámides’.

“En la parte que corresponde a la activación de créditos para los colombianos afectados por las ‘pirámides’, habrá créditos con un plazo amplio, con una tasa de interés baja, con un acceso relativamente ágil, para que esas economías no vayan a postrarse aún más”, sostuvo.

Uribe Vélez señaló que el Gobierno y el país enfrentarán todos los problemas que han creado las ‘pirámides’.

Anunció que para ayudar a contrarrestar esta problemática en departamentos como en el Putumayo y Nariño se vinculará a más ciudadanos al programa de Familias en Acción y a Familias Guardabosques.

“De la misma manera actuaremos en otros departamentos. Nos hemos propuesto que el año entrante pasemos de millón 700 mil a tres millones de Familias en Acción, y que a eso se le sume un número extra para atender estas dificultades de muchos ciudadanos que perdieron su dinero en las pirámides”, anotó.

El Jefe de Estado reconoció que contrarrestar las llamadas pirámides “ha sido una tarea difícil”, porque este problema fue creciendo paulatinamente, “con una especie de silencio colectivo muy grave”.