Piden renuncia de Luis Guillermo Giraldo a la secretaria del Partido de la U., por escandalo del referendo
–La Senadora, Marta Lucía Ramírez, pidió la renuncia a su cargo al Secretario General del partido de la U, Luis Guillermo Giraldo Hurtado, por los recientes cuestionamientos relacionados con el proceso del referendo para la reelección del presidente Alvaro Uribe, tanto en el Congreso, como en la opinión pública y en los organismos de control electoral.
A su juicio los pronunciamientos que se han hecho ponen en evidencia la falta de claridad sobre las cuentas del referendo reeleccionista y afectan de manera directa a la colectividad.
Tras ratificar su desacuerdo con esta iniciativa, Ramírez, recalcó que Giraldo Hurtado, mantiene una doble condición, primero como Secretario General del partido de La U y segundo, como promotor del referendo reeleccionista.
“Es mi deber como Congresista miembro del Partido de la U, reiterar mi preocupación porque la duplicidad de funciones y roles, da a lugar a una confusión y falta de claridad, a todas luces inconveniente para el partido. En efecto, como Secretario General, le correspondió el manejo de los recursos y del reintegro de votos de la colectividad y como promotor del referendo, ha recaudado y manejado los recursos que hoy son objeto de cuestionamiento”, enfatizó Ramírez sobre el caso de Giraldo.
En su opinión, “las observaciones de los organismos de control a las cuentas del referendo, lesionan injustamente el nombre del partido y lo que es peor, la imagen del Presidente, quien estoy segura, no ha tenido ninguna participación en el recaudo de dineros. La falta de claridad sobre la fuente de una parte significativa de la financiación, ha generado la apertura de investigaciones de la Fiscalía, la Registraduría y ahora también del Consejo Nacional Electoral”.
La Parlamentaria, afirmó: “Durante estos dos años, hemos asistido con frustración al desplome de las expectativas de renovación política que ofreció el partido, a la toma de decisiones unilaterales, la falta de reuniones semanales de coordinación, al constante aplazamiento de las reuniones de la bancada, la dilación injustificada de la Asamblea General y lo más grave, la ausencia del debate en la U sobre varios de los grandes temas nacionales, por carecer en este tiempo de la organización interna y los equipos de trabajo con académicos, que contribuyeran a afinar la posición ideológica y filosófica que permitiera a la U alcanzar el liderazgo intelectual y político, tal como lo planteamos desde la dirección conjunta, al iniciar esta legislatura en el 2006