La funcionaria del Pentágono que supervisaba los tribunales para los detenidos en el centro de detención estadounidense en Guantánamo (Cuba), Susan J. Crawford, ha admitido por primera vez públicamente la aplicación de torturas en dicho centro de reclusión, según publica ‘The Washington Post’.
J. Crawford, juez retirada, fue responsable de la presentación de cargos contra los presos de Guantánamo. Según relató al periódico, había decidido no presentar acusación contra el saudí Mohammed al Qahtani tras comprobar que éste había sido sometido a tortura durante el interrogatorio.
También trabajó en el Gobierno del ex presidente Ronald Reagan y es la primera funcionaria de alto rango del gobierno del presidente George W. Bush responsable de revisar las prácticas en Guantánamo que declara públicamente que un detenido fue torturado.
“Torturamos a (Mohammed al-) Qahtani”, ha afirmado. “Su tratamiento se ajusta a la definición legal de tortura. Y es por eso que no remití el caso” para un juicio, agregó.
Crawford dijo que Al Qahtani, quien supuestamente participó en los preparativos de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, durante un largo tiempo fue mantenido incomunicado, sometido a privación del sueño y expuesto a temperaturas muy bajas, por lo que su vida llegó a correr peligro.
“Las técnicas que se utilizaron estaban todas autorizadas, pero la manera en que fueron aplicadas fue excesivamente agresiva y demasiado persistente”, confesó la funcionaria. Explicó que debido a los efectos de esos métodos sobre la salud del detenido, ella llegó a la conclusión de que se trataba de un caso de tortura.