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Internacional

Barack y su vertiginoso ascenso

Desconocido para el gran público hasta hace unos cuatro años, Barack Obama se convertirá este martes en el hombre más poderoso del planeta en momentos en que los estadounidenses esperan al héroe que los salvará de la peor crisis económica desde la década de 1930.

A sus 47 años, este mestizo considerado el primer presidente «negro» de la historia de Estados Unidos, conquistó a los votantes con la promesa de poder reactivar la deteriorada economía y ponerle punto final a las guerras en Irak y Afganistán.

Al asumir la Presidencia en enero de 1981, el republicano Ronald Reagan lanzó su revolución conservadora con la frase: «El Estado no es la solución. El Estado es el problema».

Casi tres décadas más tarde, en medio de una brutal crisis provocada por la debacle del sector financiero, Obama «llega en un momento histórico donde sus ideas coinciden con el reclamo de muchos expertos sobre un Estado más activo para reactivar la economía», señaló David Mendell, autor la biografía ‘Obama, from promise to power’ (‘Obama, de la promesa al poder’).

«Sostiene que el Estado puede resolver los problemas de la gente», aseguró Mendell a AFP. Según el escritor, el nuevo presidente posee el «verdadero sentido de su misión: mejorar las condiciones de vida de la clase media».

Obama tuvo un ascenso político fulgurante a partir de julio de 2004, cuando los estadounidenses descubrieron el carisma de este joven legislador del Senado de Illinois (norte), durante su emotivo discurso en la convención que proclamó a John Kerry candidato presidencial del Partido Demócrata.

«No hay un Estados Unidos liberal y otro conservador (…) No hay un Estados Unidos negro y otro blanco y otro latino y otro asiático. Hay un Estados Unidos de América», aseguró entonces a los delegados de todo el país. «Somos un solo pueblo», enfatizó ante un conmovido auditorio.

Según Mendell, el deseo de reconciliación de Obama nace de la singularidad de su historia personal.

Hijo de una madre blanca nacida en Kansas y de un keniano estudiante en Hawai, Barack Hussein Obama nació el 4 de agosto de 1961 en Honolulú.

«Su apariencia es la de un negro», señala el escritor. «Pero creció en un ambiente blanco, con mucha influencia asiática a su alrededor primero en Hawai, luego en Indonesia», cuando a los dos años su madre se casó con un estudiante indonesio y se mudaron a Yakarta.

A los diez años Obama volvió a Honolulu a vivir con sus abuelos maternos. En su autobiografía ‘Los sueños de mi padre’ (1995), Obama cuenta que buscó en el alcohol y las drogas olvidar sus problemas de identidad.

Entonces decidió abandonar su apodo ‘Barry’ y retomar su nombre de pila ‘Barack’, de origen africano.

Obama estudió en Los Ángeles, y luego en Nueva York se diplomó en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales. Se mudó a Chicago y trabajó por los barrios desfavorecidos con programas de formación y de ayuda a inquilinos.

En 1988, Obama entró en la Universidad de Harvard, la más prestigiosa del país, y se convirtió en jefe de redacción de su influyente revista de Derecho.

Durante una pasantía en Chicago, conoció a la abogada que se convertiría en su esposa, Michelle Robinson.

Su carrera política comenzó en 1996 cuando ganó un escaño en el Senado de Illinois. En 2004, se convirtió en el único senador negro electo para el Congreso de Estados Unidos.

El 10 de febrero de 2007 lanzó su campaña presidencial en los sitios en que su héroe, el ex presidente Abraham Lincoln, pronunció un célebre discurso contra la esclavitud hace un siglo y medio.

Tras imponerse en las primarias demócratas al cabo de una encarnizada lucha con la senadora Hillary Clinton por la candidatura del partido, Obama se convirtió en el favorito para la Casa Blanca frente al republicano John McCain, a quien finalmente derrotó en las elecciones presidenciales del 4 de noviembre.

«Es el político más afortunado que he visto en mi vida», puntualizó su biógrafo David Mendell.