Sigifredo López: la masacre de los once compañeros de la Asamblea del Valle
El exdiputado Sigifredo López confirmó este jueves que sus once compañeros de la Asamblea del Valle fueron masacrados, en medio de un enfrentamiento armado entre los mismos guerrilleros de las Farc, pero que solo se enteró del hecho una semana después y a través de la radio, pese a que estaba en el campamento con ellos, aunque en “caletas” ubicadas en distintos sitios del mismo.
López hizo el tan esperado recuento de este hecho, en una rueda de prensa que concedió luego de su llegada a Cali, donde primero habló ante una manifestación frente a la plazoleta de la gobernación.
“Fue un vil asesinato, los mataron por cobardía y paranoia”, expresó.
El frente 29 de las Farc llegó sin avisar hasta el campamento donde estaban los cautivos y sus carceleros pensaron que se trataba de un rescate del Ejercito e inmediatamente los asesinaron.
“La orden era muy clara: asesinarlos antes que dejarse quitar los trofeos”, advirtió.
¿Por qué se salvo?
El exdiputado señalo que los guerrilleros lo tuvieron siempre entre ojos, porque los enfrentaba y los controvertía y ese comportamiento fue el que lo salvó de morir junto con sus compañeros.
Ese día, que, dijo, hizo un sol esplendoroso, fue sacado del campamento y encadenado a un árbol, tras sostener un altercado con uno de sus carceleros, luego de protestar por el tratamiento que les estaban dando.
Les dijo:
“Ustedes son unos abusivos, se aprovechan de nosotros porque somos civiles y estamos desarmados. Pero ven un soldado y corren como ratas”. Estas expresiones fueron las que provocaron su aislamiento.
Sobre los acontecimientos registrados el 18 de junio del 2007, a las 11 y 30 de la mañana, narró que escucho dos disparos de “afuera hacia dentro” e inmediatamente otros dos, y se tiro al piso. Transcurridos dos o tres minutos se produjeron ráfagas de cinco minutos o más.
En medio de esas ráfagas escuchaba gritos como “de guerreo”.
Tambien advirtió que oyo una voz que reconoció y que era el comandante del grupo guerrillero que decía “no los dejen ir, no los dejen ir…”.
Lopez señalo que en medio de esa situación y tendido en el piso, solo le pedía a Dios que lo protegiera y le rogaba por sus hijos.
Las ráfagas pararon y se produjo un silencio que se prolongo por espacio de 7 o 10 minutos.
Añadio que luego observó por un hueco que habia en la caleta que se aproximaba alguien y penso lo peor. Sin embargo, solo veía las botas, venia rápido. Dedujo que se trataba de un guerrillero, porque caminaba como que conocía el lugar. Por eso se levantó. Efectivamente, era uno de sus guardias que revisó la cadena y preguntó si habia pasado alguien por alli.
Lopez dijo que respondio que nadie.
Precisó que el guerrillero se sentó en un tronco con el rostro desfigurado. “Se sentó a pensar como qué hago”, anotó.
Al rato llego otro y luego dijo: voy a preguntar qué hago con este señor”, refiriendose a él. Luego le ordeno empacar.
Señalo que no lo sacaron por el camino habitual, sino que dando una vuelta por el campamento y pasando por el centro.
Dijo que pidió a uno de los guerrilleros que le prestara un maletin para empacar sus cosas y este le respondio: “Los chulos (el ejercito) llegaron y usted jodiendo”.
Otro le dijo: “Agradezca que está vivo”.
Tambien recordó que uno de los guerrilleros señalo en una oportunidad que “los guevones del 29 llegaron sin avisar y se formó la balacera..”
Agrego que vió rostros desfigurados por lo que habia pasado y “un ambiente maluco..”, que trato de ver y no lo dejaron, que pregunto: Y mis compañeros?”
“Yo no sé le”, le contesto un guerrillero.
“No vi cuerpos sin vida”, precisó. “Los sacaron?, preguntó y le respondieron: “sí, ya los sacaron”.
Sigifredo Lopez recordo que solo al miércoles siguiente le preguntaron si habia visto algo ese lunes. “No vi nada. Escuche tiros y tiros, nada más”.
Ud qué hizo? “Me tiré al suelo…”.
Establecio que entre el 18 y el 28 de junio, vivió bajo fuerte tension, pues advirtió que si el comandante de los guerrilleros se “hubiera dado cuenta que yo sabia qué habia pasado, me hubiera matado”.
“Me salve y estoy vivo porque mio Diosito es muy grande. Me sacaron para mal, para encadenarme hasta diciembre y eso me salvo…”, expresó.
“Dias duros hubo mucho, pero los mas duros fueron los siguientes al asesinato de mis compañeros”, puntualizó.
Señalo que alias El Grillo, comandante del grupo que los tenía secuestrados fue quien dio la orden de matar a los diputados.
La narración del episodio la concluyó señalando que solo perdonará a las Farc cuando este cabecilla guerrillero le pida perdon públicamente a las familias de los diputados masacrados.
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