Las más de 180 toneladas de cocaína que van a parar a las calles y bares de varias ciudades europeas cada año tienen a los jefes de las oficinas antidroga de seis países africanos en Colombia.
La producción media del país está sobre las 600 toneladas. Lo que han encontrado las autoridades es que, desde hace tres años, la ruta africana se ha convertido en la más utilizada para llevar el alcaloide a los mercados de Portugal, España, Francia y, últimamente, Rusia.
Hacia allá se va casi una tercera parte de lo que están produciendo las ‘cocinas’ controladas en el país por guerrillas, nuevas bandas y los rezagos de los viejos carteles.
AP