A propósito del comentario sobre embarazos juveniles, me llovieron centenares de aportes, informes y fotografías de niños en ajetreos sexuales, unos más atrevidos que otros.

Y no relacionados con pornografía infantil inducida, presionada –por las buenas o las malas- sino en aparente actitud espontánea.

Los de hoy son otros tiempos, bien distintos –y bien lejanos- cuando se perdía la virginidad prácticamente en el matrimonio.
Hay miles de depravados abusando de niños y filmándolos. Otros miles comprando niños o sus imágenes.

Hay más de cuatro millones de páginas en Internet (12 por ciento del total de sitios en la web) que contienen material de sexo con menores. Cada día se crean 500 sitios nuevos, que reciben más de 2 mil millones de visitas al año, según www.noalapornografíainfantil.com

También hay casos como el de una niña que le hizo un striptease a un compañerito y esas imágenes las han visto por Internet más de 400 mil personas.

Se calcula que dos millones de menores son explotados sexualmente hoy en el mundo.

Los países más tolerantes son del sudeste asiático y América Latina.

De todas las imágenes recibidas, publico las menos ofensivas.