El pasado sábado, las autoridades del departamento del César, reportaron el hallazgo del cuerpo sin vida del ganadero, Luis José Canedo Martínez, a 200 metros de la hacienda de su propiedad, hasta ese momento los trabajadores del difunto manifestaron desconocer las causas del deceso de su patrón.
E hallazgo del cadáver se registró en horas de la noche, en un paraje de la solitaria trocha que conduce del corregimiento de Galapa a Juan Mina, envuelto en una hamaca y escondido en su campero Mitsubishi de placas GOB 043.
Razón que llamó la atención de los investigadores que decidieron retornar a la finca en la mañana, en donde el grupo de agentes encontró manchas de sangre en el piso del kiosco, donde el occiso descansaba regularmente, también hallaron pedazos de cabuya encontradas en la hamaca, lo que les hizo caer en cuenta que algo pesado había sido arrastrado por el suelo.
Como si fuera poco, encontraron la prótesis dental del occiso y un saco lleno de tierra, con sangre, escondido en un pozo seco.
Con estas evidencias, tres personas, entre ellas Gerardo Cardona, de 19 años, fueron traídas a la Fiscalía.
Pero, en la Fiscalía su versión fue otra. Además de revelar que su patrón lo había despedido, confesó que Luis Alberto Gómez, conocido como Juancho, llegó el sábado y le dijo “ven que te conviene”. Lo llevó hasta el kiosco donde dormía Canedo, sacó un cuchillo y le dijo que lo matara.
“Él me amenazó con un revólver, pero le dije que no podía hacer eso, y le devolví el cuchillo. Entonces Juancho lo degolló”, contó el jornalero. Después, los dos montaron el cadáver al jeep y lo llevaron a la trocha.
De inmediato, el fiscal Rodrigo Restrepo solicitó una orden de captura contra Cardona.
Ayer, una juez aprobó la imputación de homicidio agravado como coautor y lo encarceló. El ordeñador no aceptó los cargos.