Un incendio, al parecer intencional, en un barrio de Montevideo permitió que las autoridades uruguayas descubrieran un depósito de 700 armas, al parecer de propiedad de narcotraficantes de ese país.
Todo comenzó con Un contador de 64 años que fue abatido este fin de semana por la policía tras un intenso tiroteo. La investigación derivó rápido a una casa de un balneario limítrofe a la capital de Uruguay, donde vivía el contador Saúl Feldman, una persona solitaria e inteligente según lo describirían después sus vecinos.
Feldman mató a un policía que lo fue a buscar para que explicara su vinculación con el arsenal encontrado, y de inmediato se montó un operativo. Hubo una intensa balacera de horas hasta que el hombre cayó abatido de varios disparos.
En la casa se encontraron lingotes de oro que es como los narcos de Brasil acostumbran pagar a sus proveedores, así que ahora se investiga una conexión con bandas de narcotraficantes de Brasil a quienes les vendería las armas.
En la casa del contador, ahora fallecido y a quien también se investiga si lavaba dinero, se encontraron mapas de instalaciones militares de Uruguay. También quedó claro que no está vinculado a ningún grupo u organización política según el juez de Uruguay en crimen organizado, Jorge Díaz.
La investigación determinó que Feldman hizo 20 viajes a Argentina y Brasil desde el pasado año.
En tanto, la Policía Federal de Brasil identificó 17 posibles puntos ilegales de entrada de armas a través de su frontera y dos de ellos pertenecen a Uruguay, según un informe publicado recientemente por el diario Folha de Sao Paulo.
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