Rodrigo Granda, conocido como el “canciller” de las FARC, ha viajado en los últimos meses por Centroamérica y Europa para fortalecer la diplomacia de la guerrilla de las Farc.
Se sabe también que Granda dictó una conferencia para gente cercana a las FARC en el sur de España hace cuatro meses.
Los organismos de inteligencia tienen datos que señalan que Granda “se mueve con relativa tranquilidad desde la frontera con Colombia y que retomó la agenda que se le interrumpió” cuando fue capturado en Venezuela en diciembre de 2004.
Esa captura fue posible gracias a una operación encubierta colombiana que fue protestada por el presidente venezolano, Hugo Chávez, y generó una grave crisis diplomática entre ambos países.
Granda fue excarcelado en junio de 2007 por decisión del presidente colombiano, Álvaro Uribe, que accedió así a una solicitud de su colega francés, Nicolás Sarkozy, para que el rebelde ayudara a lograr la puesta en libertad de la colombofrancesa Ingrid Betancourt, por entonces rehén de las FARC.
Tras su liberación, el insurgente viajó a Cuba, cuyo Gobierno lo acogió, y después se desplazó, al parecer, a Venezuela, donde se oculta junto con otros importantes cabecillas de las FARC, según las autoridades colombianas.