El médico que estaba con Michael Jackson cuando murió, el pasado 25 de junio, esperó más de una hora antes de dar aviso sobre la situación, y luego se esfumó, revelaron el viernes los documentos oficiales hechos públicos en Las Vegas (oeste de Estados Unidos).
La Justicia hizo pública el viernes la orden de registro que había permitido a la Policía inspeccionar una farmacia de Las Vegas en la que se abastecía el doctor Conrad Murray, la cual brinda nuevas informaciones sobre las horas que circundaron la muerte del ‘rey del pop’ el pasado 25 de junio.
Según las declaraciones de Murray a la Policía, éste recién llamó a la Policía a las 12H22, es decir más de una hora después de haber constatado que el cantante ya no respiraba, luego de administrarle el potente anestésico propofol, que causó la muerte de Jackson, según el instituto médico de Los Angeles, (California, oeste de Estados Unidos).
“Los reiterados intentos de contactarlo (a Murray) y de localizarlo (en las siguientes horas) fracasaron”, añade el documento.
Murray reconoció a los investigadores que había administrado propofol a Jackson, que lo usaba como somnífero.
El médico estuvo en el centro de la investigación desde sus inicios y tanto su domicilio como sus consultorios médicos fueron inspeccionados por investigadores.
Michael Jackson murió a los 50 años de un paro cardíaco producto de una sobredosis de medicamentos. La investigación sobre las condiciones exactas de su defunción, considerada un homicidio, sigue en curso.
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