–El vicepresidente Francisco Santos afirmó que un tercer periodo del presidente Alvaro Uribe no le hace daño a la democracia colombiana, pero admitió que ve muy difícil que pase el referendo, y lo que es peor, que se obtengan los siete millones doscientos mil votos que necesita para confirmar la reelección.

El pronunciamiento lo hizo Santos en reportaje para el diario El Pais de Cali con la periodista Margarita Vidal.

A la pregunta ¿Usted es de los que piensa que ‘¿si no es Uribe quién?’, cuando hay por lo menos ocho buenos candidatos? , el vicepresidente Santos respondió:

No, pero tampoco creo que la tercera vez le haga daño a la democracia. El presidente Uribe es respetuoso de la institucionalidad, es un demócrata profundo que respeta la libertad de prensa, al Congreso y a la Justicia. Naturalmente, cuando tiene que defenderse él dice cosas y las dice de frente pero no es algo que permita dudar de su vocación democrática. Lo que sí le digo, es que parece muy difícil que el referendo triunfe por el tiempo que hay para que la Corte Constitucional tome su decisión, y falta todavía un elemento crítico: obtener siete millones doscientos mil votos. Usted sabe lo difícil que eso resulta.

¿Si el referendo supera los vicios que lo rodean, volverá a integrar la fórmula como ‘Vice’ o va a tirar la toalla?

Yo nunca tiro la toalla. Estoy mirando el 7 de agosto de 2010 con mucha expectativa porque estoy cansado y porque para mi familia el costo humano ha sido muy grande, a pesar de que ha sido una de las experiencias más maravillosas que he tenido en mi vida y a través de la cual he aprendido como loco.

¿Si se pudiera devolver a su silla de columnista, qué comentaría sobre la tercera elección uribista?

Imposible, porque ya llevo siete años largos acompañando este gobierno en las buenas y en las malas y tengo una inmensa lealtad por el Presidente. Antes yo pensaba que la reelección podía ser muy dañina pero, contemplando el berenjenal en que estamos metidos, siento que son necesarios el conocimiento, la profundidad y el manejo del orden público y de las relaciones internacionales, que tiene el presidente Uribe, para no perder lo que se ha logrado consolidar.