El presidente de Bolivia, Evo Morales, dijo hoy que estaba “seguro” de que será reelecto el domingo con al menos dos tercios de los votos, debido al respaldo ganado por su “revolución” y a los errores de la oposición conservadora.
El gobernante izquierdista, quien impulsa desde hace casi cuatro años un proceso de “refundación” de su empobrecido país con un sello indigenista y socialista, tendría asegurada la renovación de su mandato y eventualmente hasta el control legislativo, según la mayoría de sondeos de intención de voto.
Dos días antes de cerrar su campaña proselitista y a cinco de los comicios, Morales dijo a periodistas internacionales que estaba “sorprendido” por la gran adhesión que, aseguró, ha logrado su candidatura de raíces indígenas y obreras entre sectores de clases medias y altas.
“La gran ventaja que tiene nuestra candidatura es que la derecha se equivocó”, confesó, refiriéndose a sus principales rivales: el empresario del cemento y ex ministro de la era de las privatizaciones Samuel Doria Medina y el binomio de los ex prefectos regionales Manfred Reyes Villa y Leopoldo Fernández.
“Cuando yo me enteré (de esas candidaturas) me alegré (…), dije qué suerte tenemos, realmente creo en la Pachamama (madre tierra), en nuestros dioses”, agregó Morales, cuya reelección es esperada por líderes izquierdistas latinoamericanos como el presidente venezolano, Hugo Chávez, y el cubano Fidel Castro.
El presidente y candidato acusó a Reyes Villa de haberse lanzado a la campaña para evitar juicios por presunta corrupción y a su aspirante vicepresidencial, Fernández, de tratar de aprovechar la campaña para salir de la cárcel, donde espera juicio por una matanza de campesinos el año pasado.
“Vamos a cambiar la justicia y los dos van a estar en la cárcel, semejantes delincuentes y farsantes, estén seguros, porque (lo) son”, afirmó más tarde.
UN 70 POR CIENTO
Morales advirtió que no bajará la guardia en los días finales de su intensa campaña, porque considera “muy necesario” lograr un amplio respaldo que le daría la posibilidad de controlar el poder legislativo y acelerar sus reformas.
El mandatario indicó estar “seguro de que gracias a la conciencia del pueblo boliviano” obtendría “más de dos tercios de votos”.
“Estoy muy sorprendido por la adhesión de los sectores. ¿Qué dicen los jóvenes de la clase alta y media? No me gusta la cara del presidente pero me gusta su programa. ¿Y qué dicen las clases altas y empresarios? Será indio pero nos hace respetar y nos da dignidad”, manifestó.
Sin embargo, señaló que tenía claro que en un eventual segundo mandato debía corregir errores, como el no haber acelerado la industrialización de los hidrocarburos ni logrado poner en vigencia una ley anticorrupción y un sistema universal de salud.
Las campañas proselitistas en Bolivia cerrarán el jueves.