El golfista Tiger Woods tiene en vilo a Estados Unidos, donde la prensa se deleita con los testimonios de las presuntas amantes del deportista pese a que éste admitió haber cometido «transgresiones», lo que no fue suficiente para acallar la polémica.
Casi una semana después del accidente de automóvil en el origen del escándalo, Tiger Woods aún no ha sido visto en público y la prensa estadounidense está al acecho de las revelaciones sobre las eventuales relaciones extramaritales del campeón.
Este jueves, la empleada de un club nocturno de Nueva York, Rachel Uchitel -la primera de tres mujeres vinculadas por la prensa a Woods-, canceló una conferencia de prensa prevista en Los Ángeles con su abogada. Rachel Uchitel ha negado públicamente haber tenido una relación con el golfista. Pero este jueves, antes de la anulación a último minuto de la conferencia de prensa, el sitio dedicado a las celebridades TMZ.com aseguró que ella negó la relación solo para proteger al golfista.
El miércoles, el semanario US Weekly difundió en internet una grabación telefónica en la cual podría escucharse a Woods implorándole a una camarera de Los Ángeles, Jaimee Grubbs, evitar que su esposa descubriera su relación.
Una tercera presunta amante, empleada en una discoteca de Las Vegas, se ha convertido en estrella de internet.
La acumulación de rumores llevó al campeón a reconocer el miércoles en un comunicado haber cometido «transgresiones» y haber «traicionado» a su familia, lo que pareció confirmar los rumores de relaciones extramatrimoniales que le persiguen desde su accidente de automóvil el 27 de noviembre. Este accidente, que le generó heridas en el rostro, podría estar vinculado con una disputa conyugal, según los medios.
De acuerdo con un sondeo realizado por el gabinete de asesores HCD, el 30% de los estadounidenses tiene una opinión menos buena del campeón debido al escándalo. Entre las 301 personas interrogadas, el 18% indica incluso que están menos dispuestos a comprar los productos de marcas que patrocinan al campeón de golf.
Hasta ahora, los patrocinadores de Woods no parecían preocupados por el escándalo mediático. Nike, Gatorade y Gillette apoyaron unánimemente al número 1 mundial del golf tras sus declaraciones.
El golfista escocés Bernard Gallacher, ex capitán de la Copa Ryder, opinó no obstante este jueves que los «problemas de conducta» de Woods en su matrimonio pesarán en la carrera del golfista, que persigue el récord de 18 victorias en Gran Slam. «Le va a tomar mucho tiempo superar esto. Su carrera se va a ver afectada a corto y medio plazo», dijo Gallacher a la BBC.
Tiger Woods no participará del World Challenge, torneo que organiza para su fundación a partir de este jueves en California, y se quedará en su domicilio de Florida.
Según expertos en comunicación, Tiger Woods es en parte responsable del escándalo mediático. Debió «decir la verdad, reconocer su error», en vez de condenar, como hizo al principio, «los rumores» que circulaban sobre él, estimó Terrie Williams, director de un gabinete de asesoría en relaciones públicas.
Y sus fanáticos no parecen perdonarle el desliz. John Ziegler, sacerdote de la First Church of Tiger Woods, ‘iglesia’ fundada en honor al deportista, anunció este jueves que la organización será disuelta a causa de los «pecados personales» del golfista.