Un hombre italiano que quebró un par de dientes y la nariz de Silvio Berlusconi al lanzarle un modelo a escala de una iglesia se disculpó con el primer ministro italiano por su «acto cobarde e imprudente», dijo el abogado del agresor.

Berlusconi pasó su segunda noche en un hospital luego del ataque del domingo por parte de Massimo Tartaglia, de 42 años y quien lanzó una pequeña réplica de la catedral gótica de Milán al primer ministro desde una corta distancia mientras Berlusconi firmaba autógrafos al final de un mitin.

Tartaglia, quien tiene antecedentes de enfermedades mentales, actuó sólo y sin ningún interés político o militante, dijo su abogado en un breve comunicado publicado en la noche del lunes.

En una carta enviada a Berlusconi, Tartaglia expresa su «sincero pesar por un acto superficial, cobarde e imprudente en el que no se reconoció a sí mismo», sostiene el comunicado.

Los aliados de Berlusconi han descrito el ataque como el fruto de un «clima de odio» en torno al primer ministro, quien frecuentemente acusa a magistrados «comunistas», los medios e izquierdistas de una campaña que busca derrocar a su Gobierno.

Una figura popular pero divisiva, Berlusconi ha luchado durante gran parte del año contra acusaciones de una relación impropia con una modelo adolescente y de fiestas con señoritas de compañía. Ahora enfrenta la reapertura de varios juicios en su contra.

Se espera que el primer ministro permanezca hospitalizado durante al menos un día más y posiblemente se mantendrá alejado de sus funciones durante unos 10 días, dijo su médico personal Alberto Zangrillo.