El líder cubano Fidel Castro y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, llamaron a sus aliados en América Latina a unirse para enfrentar la “ofensiva imperial” del gobierno de Barack Obama.
Al cierre de la Cumbre de la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA), los líderes del bloque endurecieron su retórica contra Estados Unidos por su papel en la crisis de Honduras, usar bases militares en Colombia, y lanzarles advertencias por sus relaciones con Irán.
En su discurso, Chávez leyó una carta que le escribió este lunes Fidel Castro, su mentor político, en la que acusa a Obama de llevar a cabo la “nueva ofensiva del imperio” con una “sonrisa amable”, tras criticarlo por recibir el Premio Nobel de la Paz.
“Son obvias las intenciones reales del imperio, esta vez, bajo la sonrisa amable y el rostro afroamericano de Barack Obama. El imperio moviliza tras si a las fuerzas derechistas de América Latina para golpear a Venezuela” y a los países del ALBA, dijo Castro, quien recibió en su casa a los representantes de la alianza.
En su declaración final, el ALBA, que festejó con la Cumbre los cinco años de creada por Chávez y Fidel, condenó “en los términos más enérgicos la ofensiva política y militar de Estados Unidos sobre América Latina y el Caribe”.
“Que pongan mil (bases) si quieren, no podrán con nosotros, sépalo señor Obama, sépalo señor Premio Nobel de la guerra, sépalo, y su vocera que anda amenazando”, ironizó Chávez.
El ALBA, integrado por Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Honduras, Dominica, Antigua y Barbudas, y San Vicente y las Granadinas, rechazó la advertencia que lanzó la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, a líderes de América Latina que socavarían la democracia e incrementan sus lazos con Irán.
“Es ridícula la amenaza de la secretaria de Estado. No le tenemos miedo. Las relaciones nuestras con Irán lo que harán es fortalecerse cada día más”, dijo Chávez en la tribuna.
Su colega boliviano Evo Morales sugirió a Obama “cambiar” su “diplomacia colonialista” y auguró la desaparición de gobiernos “pro yanquis” en la región. “Se acabó el querer imponernos y amedrentarnos”, dijo en su discurso.
En su declaración, el ALBA acusó a Estados Unidos de apoyar el golpe de Estado que derrocó en Honduras a Manuel Zelaya, reiteró que desconoce las elecciones del 29 de noviembre, y advirtió del “peligro” que representa para la región el acuerdo con que Colombia permite a Estados Unidos usar siete bases militares.
Al clausurar el cónclave, Raúl Castro dijo que “Honduras es un ejemplo de que el supuesto compromiso de Washington y sus aliados con la democracia no es más que pura demagogia y oportunismo”.
“El imperio está tratando de recuperar lo que ellos llaman su patio trasero y en primer lugar Centroamérica. Van a tratar de derrocar a Daniel Ortega (presidente de Nicaragua). A Colombia la están convirtiendo en una base militar yanqui. A Venezuela la están cercando”, dijo Chávez.
Zelaya, quien había sumado a Honduras al ALBA, estuvo representado por Patricia Rodas, su canciller, quien fustigó a los países (Estados Unidos, Costa Rica, Perú, Panamá y Colombia) que reconocieron los comicios. “Las máscaras cayeron estrepitosamente”, expresó.
El ALBA fijó también postura común para la Cumbre de Copenhague, rechazando los “intentos” de los países ricos de transferir a las naciones en desarrollo la responsabilidad del problema.
“Los países capitalistas tienen el deber de pagar la deuda climática”, aseguró Morales, quien con Chávez llevará la voz del ALBA a Copenhague, secundado por el canciller de Ecuador, Fander Falconí.
Asimismo acordaron consolidar proyectos en energía, educación, salud y ciencia, y la entrada en vigor en enero del Sucre, moneda virtual que creó el ALBA para el comercio entre sus miembros y que aspira a ser como el euro.
El grupo, que tendrá su próxima Cumbre en Venezuela el 17 y 18 de abril busca la unidad en contraposición a Washington, sustentada en el petróleo venezolano y las misiones de médicos y maestros cubanos.
(Con información de AFP)