El presidente, Alvaro Uribe, pidió hoy a las Farc liberar de inmediato a Pablo E. Moncayo y Josue Calvo, rehenes que esta guerrilla ofreció entregar desde abril; el mandatario agregó que el grupo insurgente debe cumplir con su palabra.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron en abril la liberación del sargento Pablo Emilio Moncayo y del soldado Josué Daniel Calvo, así como la entrega de los restos del oficial de la Policía Nacional Julián Ernesto Guevara, muerto en cautiverio.

Pero el proceso no se concretó por la exigencia inicial de Uribe para que la guerrilla entregara en forma simultánea a los 24 rehenes que mantiene por motivos políticos y que busca intercambiar por cientos de rebeldes presos.

«Estamos en mora de que los liberen, ustedes saben que el Gobierno ha atendido todas las exigencias y no los han liberado ¿Por que?, estamos en mora de que los liberen», declaró Uribe a periodistas.

El Gobierno colombiano denunció que con las entregas graduales la guerrilla buscaba ganar espacio político en la antesala de las elecciones del 2010 y limpiar su imagen ante el mundo.

Uribe cambió de posición y meses después autorizó a la senadora del Partido Liberal Piedad Córdoba, a la Iglesia Católica y a la Cruz Roja Internacional para conformar una misión humanitaria que reciba a los dos rehenes y los restos de Guevara.

Moncayo, secuestrado por las FARC hace 12 años, se convirtió en uno de los rehenes más antiguos del conflicto interno de más de 45 años que se registra en Colombia y ganó protagonismo a nivel internacional por las caminatas de su padre, el profesor Gustavo Moncayo, para exigir su liberación.

La Iglesia Católica, el Comité Internacional de la Cruz Roja, la senadora Córdoba, el Gobierno y la guerrilla trabajan en absoluta discreción para definir la logística que permita la entrega de los militares.

El Gobierno de Colombia aspira a que Brasil sea el país que facilite la logística para la entrega de dos militares secuestrados por las FARC y para la devolución de los restos del oficial Guevara.

Brasil cuenta con la experiencia después de que en febrero facilitó los helicópteros y las tripulaciones que recibieron en la selva a cuatro efectivos de las Fuerzas Militares y dos políticos que permanecieron secuestrados por años.