Estados Unidos ha reforzado la seguridad aérea mientras crecen los interrogantes sobre cómo un nigeriano con supuestos vínculos extremistas consiguió ocultar explosivos, subirlos a bordo de un vuelo transoceánico e intentar hacerlos explotar.
La Administración de Seguridad en el Transporte estadounidense indicó el domingo que había reforzado los registros de los pasajeros previos al vuelo en Estados Unidos y Europa.
Los viajeros también relataron nuevas restricciones durante los vuelos, incluyendo la prohibición de acceder a los aseos sin escolta y llevar nada en el regazo una hora antes del aterrizaje.
El Gobierno de Obama estaba investigando si Al Qaeda está relacionada con Umar Faruk Abdulmutalab, el nigeriano acusado de tratar de hacer explotar en el aire la nave de Northwest Airlines que volaba entre Ámsterdam y Detroit el día de Navidad, informó la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano.
El nombre de Abdulmutalab fue añadido el mes pasado a una base de datos centralizada en Estados Unidos, que contiene los nombre de unos 550.000 supuestos simpatizantes terroristas, después de que su padre advirtiera a la embajada estadounidense sobre su supuesta radicalización.
El presidente Barack Obama ordenó una revisión de cómo se agregan los nombres de sospechosos a las listas de vigilancia antiterrorista, informó un portavoz de la Casa Blanca, sugiriendo que los procesos podrían estar desfasados.
“No obstante, creo que este sistema ha funcionado en muchos aspectos”, dijo el portavoz de la Casa Blanca Robert Gibbs a CBS TV. “Simplemente tenemos que continuar refinándolo y adelantarnos a lo que los terroristas tratan de hacer”.
La CNN citó a una fuente no identificada “con conocimiento de la investigación” diciendo que el sospechoso portaba suficiente material explosivo como para destruir el avión.
Un agente de las fuerzas de seguridad de Estados Unidos, que habló bajo la condición de mantener el anonimato, confirmó las informaciones de que Abdulmutalab había revelado a los investigadores que miembros de Al Qaeda en Yemen le habían facilitado el dispositivo explosivo y le habían explicado cómo detonarlo.
En Yemen, Al Qaeda prometió vengarse de unas redadas contra el grupo llevadas a cabo este mes que alega fueron desarrolladas por aviones estadounidenses.
Diversos republicanos que aparecieron en programas televisivos de noticias el domingo cuestionaron si el Gobierno de Obama hacía lo suficiente para vigilar posibles amenazas.
“Hay mucho por investigar aquí. Me impresiona que un individuo como éste, que estaba enviando tantas señales, pudiera terminar subiendo a un avión hacia Estados Unidos”, dijo el líder republicano del Senado Mitch McConnell a ABC.
“El radicalismo está vivo. Goza de buena salud. Ellos quieren atacar a Estados Unidos”, dijo el representante Peter Hoekstra, un republicano que integra la Comisión de Inteligencia, a “Fox News Sunday”. “Creo que este Gobierno lo ha subestimado”, agregó.
Abdulmutalab comenzó su viaje en Lagos, el núcleo comercial de Nigeria, donde tomó un vuelo de KLM a Ámsterdam antes de atravesar otro control de seguridad en el aeropuerto de Schiphol, dijo la agencia antiterrorista holandesa NCTb.