Los mercados del petróleo se situaron cerca de los 80 dólares por barril, lo que supone un encarecimiento del 75% respecto a finales del 2008.

Así se prolongó la tendencia de las últimas semanas motivada por la recuperación de la economía mundial, las expectativas de un incremento de la demanda de petróleo así como por la debilidad del dólar antes las principales divisas y los rigores invernales más acusados que de costumbre en el hemisferio norte.

Al cierre de la sesión del jueves en Nueva York, el barril de crudo ligero de referencia en Estados Unidos marcó un precio de 79,36 dólares, con un avance semanal del 1,6%. En Londres, la cotización del barril de Brent del mar del Norte cerró el año cotizando a 77,93 dólares, un 2,5% más que el último viernes del año. Más relevante para los países importadores, la cesta de crudos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo promedió 73 dólares en diciembre, más de un 85% por encima de los 38,6 dólares a los que se pagaba doce meses atrás.