Los usuarios son engañados con promesas de conjuntos residenciales con amplias zonas verdes que resultan ser terrenos de la ciudad.

La advertencia fue hecha por Iván Rojas, director (e.) de la Defensoría del Espacio Público, quien recomendó a los compradores de vivienda en conjunto cerrado cerciorarse de las zonas de sesión que le pertenecen al Distrito.

El funcionario advirtió que en muchos sectores de Bogotá existen los llamados urbanizadores informales, personas que sin ningún tipo de permiso urbanístico de construcción lotean un predio y venden terrenos sin tener aprobado un proyecto de urbanismo; eso significa que el Distrito Capital no puede llevarles servicios públicos, vías infraestructura, inversión, etc.

La localidad de Bogotá en la que más se acentúa esta problemática es Ciudad Bolívar, donde la construcción irregular obliga a los ciudadanos a tomar de manera ilegal los servicios públicos y ha ocasionado que cada habitante cuente con menos de un metro cuadrado de zonas verdes.

La recomendación que lanzó la Defensoría del Espacio Público es que antes de adquirir vivienda se verifique si el proyecto está aprobado legalmente; además, se debe solicitar al constructor la correspondiente licencia de urbanismo, la cual también se puede encontrar en la Secretaría Distrital de Planeación y en las diferentes curadurías urbanas.

Días atrás, por ejemplo, se presentó una protesta en un sector de la avenida Boyacá, ya que los habitantes denunciaban que cuando compraron las viviendas la empresa constructora les había prometido varias vías de acceso, pero cuando entregaron las obras, esas carreteras no existían. Ante los reclamos, la empresa respondió que al Distrito le correspondía construir los accesos viales. Sin embargo, la ciudadanía indicó que nunca les informaron de esa particularidad, razón por la cual hoy sólo tienen un vía de entrada y salida al sector, generando una gran cantidad de trancones e incomodidades.