Ciencia y Tecnología

Los televisores 3D estarán disponibles este año para hogares

La revolución de las tres dimensiones llegará a los hogares este año después de su exitoso desembarco en las salas de cine en 2009, donde películas como «Avatar», «Up» o «Monsters vs. Aliens» despejaron cualquier duda sobre el atractivo y la rentabilidad de esta tecnología.

A partir de la primavera boreal, pero sobre todo tras el verano, las grandes superficies empezarán a comercializar pantallas planas adaptadas para la emisión en 3D de fabricantes como Sony, Panasonic, LG, Toshiba o Samsung, que aprovecharon su participación esta semana en la feria Consumer Electronics Show (CES) en Las Vegas para desvelar sus nuevos productos.

La oferta irá desde televisores completamente equipados para tres dimensiones hasta modelos en 2D preparados para dar el salto al nuevo sistema si el usuario lo decide en el futuro. En cualquier caso serán necesarias gafas polarizadas del estilo de las que se emplean actualmente en los cines para disfrutar de las 3D en la comodidad del salón de casa.

El sector de la electrónica ha puesto grandes esperanzas en el mercado doméstico de las 3D, que se espera suponga un revulsivo para las ventas de aparatos destinados al entretenimiento en el hogar, especialmente para los reproductores Blu-ray, que no han cumplido con las expectativas con las que salieron al mercado: terminar con el reinado del DVD.

Además de los remodelados televisores, Samsung o Sony ya anunciaron que las producciones de Hollywood en 3D estarán disponibles para los hogares a través de Blu-ray y que saldrán a la venta nuevos dispositivos listos para esta tecnología.

Entre las cosas que quedaron en el aire, lo más fundamental fue el precio, algo que ninguno de los fabricantes quiso adelantar, aunque según los analistas es de esperar que los primeros aparatos tengan un coste demasiado elevado para los bolsillos del ciudadano medio.

El diario británico Daily Telegraph, uno de los pocos en aventurarse en ese terreno, pronosticó que el precio de venta de los televisores en 3D rondaría en Reino Unido entre los 3.000 y los 5.000 dólares (2.000-3.500 euros). El alto coste podría retrasar la implantación de esta tecnología en los hogares, aunque será cuestión de tiempo que los precios encuentren su equilibrio, como suele ocurrir con las novedades de los productos electrónicos.