El estrés constituye uno de los factores desencadenantes del cáncer, hallazgo que abre nuevas posibilidades para combatir la enfermedad, publicó la revista Nature.
La investigación realizada por científicos de las universidades de Connecticut y Yale demuestra que el estrés hace que las células envíen señales que promueven el crecimiento tumoral.
Los científicos, que utilizaron como modelo a la mosca de la fruta, encontraron que mutaciones en dos genes, RAS y Scribble, pueden inducir el desarrollo de la enfermedad.
Lo peor es que este proceso ocurre también en células diferentes y no en una sola, como se creía hasta ahora.
Una célula con mutación en el gen RAS puede estimular el crecimiento tumoral, si existe un scribble mutado en una célula cercana
Este proceso se registra en condiciones de estrés físico. Las células con una mutación en el gen RAS se multiplican cuando ocurre una lesión en un tejido.
Otro proceso de señalización es el llamado JNK, el cual se activa ante condiciones de estrés ambientales.
“Existen muchas condiciones que pueden desencadenar una señal de estrés: el estrés físico, el emocional, las infecciones o la inflamación. Otra mala noticia para el cáncer”, señaló Tian Xu, autor principal del estudio.
La buena noticias es el conocimiento de nuevos mecanismos que desencadenan el desarrollo de tumores, lo que también abre las puertas a la creación de nuevas formas de combatirlos, añadió el investigador.
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