La búsqueda de sobrevivientes tras el devastador sismo que asoló a Haití comenzaba a debilitarse con el retiro de equipos internacionales de rescate, y la ayuda, aunque más abundante, aún no era suficiente para las decenas de miles de afectados.
Haití, un país desesperadamente pobre antes del terremoto de magnitud 7,0 que el 12 de enero devastó su capital, Puerto Príncipe, y dejó ente 100.000 y 200.000 muertos, ahora requiere de la ayuda mundial para obtener el sustento básico.
“¿Estamos satisfechos con el trabajo que estamos haciendo? Definitivamente no”, dijo el subdirector de la Organización Panamericana de la Salud, Jon Andrus.
“Pero se está haciendo un avance. Piensen en lo que comenzamos cuando el mundo se vino abajo en Haití. No habían caminos, sólo escombros y cadáveres. No habían comunicaciones, sólo muerte y desesperación”, agregó.
El fuerte sismo de magnitud 5,9 que se registró el miércoles hizo que los alarmados haitianos huyeran de los edificios y se alejaran de las paredes, pero no causó destrucción ni desaceleró la entrega de ayuda internacional ahora reforzada por la llegada de más tropas estadounidenses.
La violencia y los saqueos han disminuido luego de que las tropas estadounidenses ofrecieron seguridad para la distribución de agua y alimento, mientras que miles de haitianos desplazados decidieron buscar refugio fuera de Puerto Príncipe.
Sensible a las apariencias de que Estados Unidos estaba tomando muy enérgicamente su rol ante el desastre, el presidente Barack Obama dijo el miércoles que la Casa Blanca estaba siendo “muy cuidadosa” en sus tareas junto al Gobierno haitiano y Naciones Unidas.
“Quiero asegurarme de que cuando Estados Unidos proyecta su poder alrededor de todo el mundo, no sólo se lo vea cuando pelea una guerra”, dijo Obama en ABC News.
“También tiene que ser capaz de ayudar a las personas que necesitan ayuda con desesperación. Y al final eso será bueno para nosotros. Eso será bueno para nuestra seguridad nacional en el largo plazo”, agregó el mandatario.
Naciones Unidas agradeció a República Dominicana por establecer un corredor de ayuda humanitaria desde Santo Domingo hacia Puerto Príncipe y enviar 150 soldados para unirse a un contingente peruano de cascos azules de la ONU para proteger el área.
DESEMBARCO DE AYUDA
Los marines de Estados Unidos desembarcaron topadoras, excavadoras y camiones en una playa del pueblo de Neply, al oeste de Puerto Príncipe, desde buques de guerra anclados frente a la costa.
Cargadas tropas entregaban raciones de comida en la playa y establecían refugios temporales para quienes los necesitaban.
Otro grupo, la Unidad Expedicionaria Número 24 del Cuerpo de Marines, se dirigía a Haití, desviada de lo que era un viaje al Mediterráneo y Europa.
El buque hospital USNS Comfort arribó a aguas haitianas con sus avanzadas unidades quirúrgicas. Alrededor de 12.000 efectivos militares de Estados Unidos están en Haití y en barcos cerca del país.
La ONU acordó destinar 2.000 tropas y 1.500 policías más a la misión de paz de 9.000 efectivos que se encuentra en Haití.
En el aeropuerto de la histórica ciudad portuaria de Jacmel tropas de Sri Lanka, Estados Unidos y Canadá entregaban ayuda.
En Jacmel, Hazem El-Zein -del Programa Alimentario Mundial- dijo que creía que unas 30.000 personas estaban sin vivienda en el sur de Haití.
Un equipo de rescate de Florida abandonó Haití el miércoles, y había reportes de que equipos similares de Bélgica, Luxemburgo y Gran Bretaña los habían imitado.
Equipos internacionales y estadounidenses han rescatado 122 personas, dijo la Casa Blanca. Los haitianos rescataron otras tantas en las horas y días que siguieron al sismo.
La mayor parte de las tareas rutinarias de la ciudad aún no se reestablecen en Puerto Príncipe. Los hospitales están sobrepasados y los doctores carecen de anestesia general, lo que los ha obligado a operar sólo con anestésicos locales.
Médicos Sin Fronteras dijo que hay un retraso de 10 a 12 días en la atención de los pacientes en algunas de sus instalaciones quirúrgicas y que sus profesionales han visto infecciones de heridas no tratadas. “Algunas víctimas están muriendo a consecuencia de la sepsis”, dijo el grupo.
El sistema de agua de la ciudad sólo funcionaba parcialmente, pero camiones cisterna comenzaron a entregar agua a los mayores campamentos improvisados, en donde las personas se alineaban para llenar sus cubetas.
“Es miserable aquí. Es sucio y es aburrido”, dijo Judeline Pierre-Rose, de 12 años, quien vive en un campamento improvisado junto al colapsado palacio nacional. “Las personas van al baño en todas partes aquí y me da miedo enfermarme”, agregó.
Los residentes de la ciudad han estado durmiendo en las calles porque sus viviendas fueron destrozadas o por temor a las réplicas.
Los bancos deberían reabrir pronto y las agencias de transferencia de dinero comenzaban a procesar remesas provenientes del exterior, dijo el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Nicolás Eyzaguirre, en el sitio web del organismo.
Las líneas fijas de teléfono seguían caídas en Puerto Príncipe, pero dos redes de telefonía móvil ofrecían un servicio de manera intermitente, dijeron funcionarios de la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos, que eran parte de los esfuerzos de ayuda.
Más de 100 niños haitianos llegarán el jueves a los Países Bajos, para acelerar el proceso de adopción que se había iniciado antes del sismo.
Pero UNICEF y otros grupos de ayuda a niños dijeron que la adopción de padres extranjeros debiese ser el último recurso para niños haitianos cuyos padres murieron o están desaparecidos y que es preferible reunirlos con su familia extendida.