La mayoría de las monedas de América Latina debiera exhibir esta semana un sesgo bajista por la mayor aversión al riesgo de los inversores, derivada de las preocupaciones por una propuesta de nuevas normas a la banca estadounidense, así como por noticias de la Reserva Federal.
Los mercados estarán atentos a las señales que surjan de la primera reunión del año del comité de política monetaria de la Fed de Estados Unidos, que concluirá el miércoles.
El ambiente de incertidumbre también será alimentado por la demora en la confirmación en su cargo del presidente de la Fed, Ben Bernanke, para un segundo período consecutivo, ante el rechazo de un par de senadores demócratas que anunciaron su oposición a ratificar a la autoridad.
“Creo que las monedas van a estar con la misma tendencia de devaluación que tuvieron la semana pasada, porque hay mucho ruido político en Estados Unidos”, dijo Germán Verdugo, gerente de investigaciones económicas de la firma Correval, en Bogotá.
“Puede haber también ruido ante algún señalamiento que haga la Fed en torno a un potencial cambio en la postura monetaria. Los mercados están sensibles a cualquier noticia y sobre todo a las negativas”, explicó.
En el caso del real brasileño, que cerró la semana pasada con cuatro jornadas consecutivas a la baja, también continuará sometido a presión por el creciente déficit en la cuenta corriente y la incertidumbre sobre el límite de la participación del Fondo Soberano Nacional sobre el mercado cambiario.
“El tema clave será la aversión al riesgo global: si mejora y el apetito al riesgo se estabiliza, podemos esperar un rebote en todas las monedas; pero si sigue al alza, continuaría la presión a la depreciación”, opinó David Duarte, estratega de la consultora 4Cast Inc en Nueva York.
En el caso del sol peruano y el peso argentino, el movimiento de las monedas dependerá de la intervención de los respectivos bancos centrales.
Además, los agentes en Perú están pendientes de las nuevas medidas que evalúan las autoridades económicas para disminuir la volatilidad del tipo de cambio, después de que el viernes decretaron un impuesto a la renta del 30 por ciento sobre las ganancias por operaciones de dólares a futuro cuando el plazo sea menor a 60 días.
Por su parte, el peso colombiano estaría volátil, en medio de fuerzas cruzadas, entre la presión bajista por la aversión al riesgo y la fuerza alcista alimentada por la entrada de dólares de la estatal Dirección del Tesoro Nacional del Ministerio de Hacienda para cubrir necesidades fiscales.
“El sol peruano puede seguir en el dilema de la alta demanda internacional contra las preferencias de las autoridades, mientras esperamos que el peso mexicano y el colombiano sigan más sólidos globalmente”, pronosticó Duarte.