Servicios de rescate libaneses e internacionales ampliaron el martes su búsqueda de víctimas y grabadoras del vuelo de Aerolíneas Etíopes que se estrelló en el mar poco después de despegar desde Beirut.
Barcos que incluyen a un navío de la Armada de Estados Unidos y uno europeo, además de un helicóptero de Naciones Unidas buscaron durante la noche los restos del Boeing 737-800 que cayó el lunes al Mediterráneo envuelto en llamas.
A bordo del vuelo ET409 viajaban 90 personas, en su mayoría libaneses y etíopes. La nave se dirigía a Adis Abeba antes de que desapareciera del radar unos cinco minutos después de su despegue.
Funcionarios libaneses dijeron que 14 cadáveres, incluidos los de dos menores, han sido recuperados hasta el momento. Ellos dijeron que el total de 24 que habían entregado anteriormente era incorrecto.
El avión aparentemente se rompió en el aire antes de caer al mar y El Líbano ha descartado que la razón del accidente sea un acto terrorista.
Un funcionario de seguridad libanés dijo que los equipos de recuperación ampliarían su perímetro de búsqueda frente al pueblo litoral de Na’ameh, unos 10 kilómetros al sur de la capital, luego de que las bravas marejadas y altas olas interfirieran con las operaciones durante la noche.
“Ellos necesitan precisar la ubicación de los restos y luego lanzar buzos en el lugar”, dijo el funcionario, para intentar hallar las grabadoras de vuelo que darán una imagen más clara sobre qué salió mal.
Muchos familiares estaban furiosos porque se permitió el despegue del avión en medio del mal tiempo.
El ministro de información, Tareq Mitri, hablando después de una reunión de ministros y funcionarios de seguridad en la noche del lunes, dijo que no había razones para detener el despegue del avión.
“Otros aviones aterrizaron y despegaron antes y después de él. No hay razón por la que las autoridades del aeropuerto no deberían haber permitido su despegue”, dijo a periodistas.
El presidente ejecutivo de Aerolíneas Etíopes, Girma Wake, dijo que el avión tenía 8 años en servicio y fue sometido a mantenimiento por última vez el 25 de diciembre, sin que se descubrieran problemas técnicos.
La mayoría de los pasajeros libaneses, 54 en total, eran chiítas del sur del país con negocios en Africa. En la ciudad de Tiro se colgaron banderas negras en la principal avenida.
En las ciudades de Tiro, Nabatiye y aldeas cercanas se abrieron salones para velar a las víctimas. “Amanecer negro: avión de la muerte sumerge al Líbano en pesar”, tituló el diario libanés as-Safir.
La aerolínea tiene vuelos frecuentes al Líbano, brindando servicios a empresarios y cientos de etíopes que trabajan como empleados domésticos. Fuentes de la aviación libanesa dijeron que algunos de los pasajeros iban rumbo a Angola y otros países africanos.
El último gran incidente que involucró a Aerolíneas Etíopes fue en noviembre de 1996 cuando 125 de los 175 pasajeros y tripulantes a bordo de un Boeing 767 secuestrado murieron cuando el avión cayó al mar cerca de las Islas Comoros.