El documental “Pecados de mi padre”, protagonizado por el hijo del narcotraficante colombiano Pablo Escobar, Sebastián Marroquín, inauguró la noche del miércoles el Festival Internacional de Cine Documental, Docs Barcelona.

El hijo de Escobar, que se cambió de nombre y vive hace 18 años en Buenos Aires, revela la cara más íntima del famoso narcotraficante en un documental de algo más de una hora en el que muestra cómo intenta reconciliarse con los hijos de las principales víctimas políticas de su padre, los Galán y los Lara, en uno de los pasajes más emotivos del filme.

Sebastián Marroquín y la viuda del que fuera jefe del cártel de Medellín, abren archivos privados y ocultos de la familia y revelan cómo han vivido desde el exilio permanente al que se ven obligados por las actividades del que llegó a convertirse en el “enemigo número uno” del Estado colombiano.

El hijo de Escobar, que tenía 16 años cuando mataron a su padre, insiste en la película que en ningún momento quiso cobrarse venganza y lanza un mensaje –compartido con los hijos de las víctimas de su padre– a favor de erradicar el odio y, principalmente, en Colombia.

“Hice este documental para que las nuevas generaciones sepan la violencia que desata el narcotrafico”, explicó Marroquín ante una sala que al finalizar aplaudió su obra con un prolongado aplauso y de pie.

“Yo no justifico la violencia en ninguna de sus formas (…) se lo reclamé en vida a mi padre y tuvimos fuertes discusiones por ello”, afirmó Marroquín quien insistió en que “Pecados de mi padre” permite hacer evidente “que se pueden romper los círculos de violencia en los que vivimos inmersos”.

“Pecados de mi Padre”, es un film dirigido por el argentino Nicolás Entel, en el que se retrata la vertiente más íntima de Pablo Escobar, el narcotraficante más famoso del mundo.

A lo largo de la película se muestra cómo Marroquín, que cambió su nombre y se instaló en Argentina, intentó contactar con los hijos de algunas de las víctimas de su padre: el antiguo ministro de justicia, Rodrigo Lara Bonilla y el político Luís Carlos Galán.

Hasta que Entel consiguió reunirlos en “Pecados de mi padre”, Marroquín no había tenido la posibilidad de redimirse de una culpa que sentía como suya: “con mi silencio, quise demostrar mi absoluto respeto a las víctimas de mi padre, a todo mi país. Pero tarde o temprano, esto tenía que ver la luz”, explicó Marroquín.

Nacido en Buenos Aires, Nicolás Entel reside actualmente en Nueva York y es socio fundador de Red Creek Productions. “Pecados de mi padre” es su segundo largometraje documental, tras su ópera prima Orquesta Típica (2006).

El documental sobre Escobar fue seleccionado en los certámenes cinematográficos más importantes del mundo, como el Festival Internacional de Cine Documental de Amsterdam (IDFA) en 2009 o el Festival de Cine Sundance de Estados Unidos, en el año en curso.

DocsBarcelona aspira a ser un festival de referencia en el sur de Europa y a conseguir que el público pierda el miedo a un género que puede ofrecer películas para todo tipo de espectadores.