La gente que pasa mucho tiempo usando internet tiene más probabilidades de desarrollar síntomas depresivos, descubrió una nueva investigación.
El estudio encuestó a 1.300 personas sobre su uso de internet.
Los científicos de la Universidad de Leeds, en Inglaterra, encontraron “evidencia sorprendente” de que muchos usuarios han desarrollado un hábito compulsivo de internet con el cual han reemplazado la interacción social real con la interacción en redes sociales y salas de chateo.
Y este uso adictivo, afirman los científicos en la revista Psychopathology (Psicopatología), puede tener un grave impacto en la salud mental.
Las conclusiones están basadas en las respuestas de 1.319 personas a un cuestionario que los investigadores enviaron por internet.
Los participantes, de entre 16 y 51 años de edad, con una edad promedio de 21, debían responder cuánto tiempo pasaban en internet y con qué propósito lo usaban.
También se les hizo una serie de preguntas sobre si sufrían depresión.
Papel importante
Según los científicos, 1,2% de los participantes mostraron una adicción a internet y la mayoría de éstos sufrían depresión.
“El internet juega ahora un papel muy importante en la vida moderna, pero sus beneficios están acompañados por un lado negativo” afirma la doctora Catriona Morrison, quien dirigió el estudio.
“Mientras muchos de nosotros usamos la red para pagar cuentas, comprar o enviar correos electrónicos, hay un pequeño subgrupo en la población que encuentra muy difícil controlar cuánto tiempo pasa usando internet, hasta el punto de que esto interfiere con sus actividades diarias”, agrega.
Según los investigadores los “adictos a internet” pasaban mucho más tiempo navegando en sitios sexualmente gratificantes, sitios de juegos de apuesta y de comunidades virtuales.
También mostraron una incidencia más alta de sufrir depresión moderada a severa que los usuarios no adictos.
Se encontró que los adictos a internet tenían cinco veces más riesgo de sufrir el trastorno que los no adictos.
“Nuestro estudio demuestra que la uso excesivo de internet está asociado a la depresión, pero lo que no sabemos es cuál surgió primero: ¿están las personas deprimidas más atraídas a internet o causa el internet depresión?” expresa la investigadora.
“Lo que es claro es que para un grupo pequeño de personas el uso excesivo de internet podría ser una señal preocupante de tendencias depresivas”.
Y agrega que “ahora necesitamos investigar la naturaleza de esta relación y considerar qué es lo que la causa”.
Éste es el primer estudio a gran escala que se lleva a cabo con jóvenes occidentales para estudiar la relación entre adicción a internet y depresión.
“No hay diagnóstico preciso”
El internet se ha convertido en un protagonista importante de la vida moderna.
Sin embargo, otros expertos afirman que la adicción a internet no puede diagnosticarse de forma precisa y que el método con el cual se reclutó a los participantes en este estudio puede haber resultado en una “muestra tendenciosa”.
Según el doctor Vaugham Bell, experto del Instituto de Psiquiatría del King’s College de Londres, por definición, aquellas personas clasificadas como adictos a internet son individuos con trastornos emocionales, así que las conclusiones del estudio no sorprenden.
En términos de causa y efecto, el experto señala que investigaciones anteriores han revelado que es más probable que las personas que están deprimidas o ansiosas usen internet y no lo contrario.
“Hay personas que están deprimidas o ansiosas que usan internet para excluirse del resto de sus vidas, pero de la misma forma hay personas que ven demasiada televisión o que se enfrascan en libros o que compran en exceso”.
“No hay evidencia clara de que el problema sea el propio internet”, expresa el investigador.
Más bien, dicen los expertos, la forma como la gente pasa su tiempo y el tipo de interacción social que lleva a cabo podrían estar teniendo un impacto en el bienestar mental.
“La evidencia demuestra que el actividades como el ejercicio y la socialización con la gente cara a cara son algunos de los factores que nos ayudan a mantener una buena salud mental” afirma Sophie Corlett, de la organización Mind.
(Con información de la BBC)
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