El Endeavour despegó el lunes hacia la estación espacial, en una de las últimas misiones del programa de transbordadores.
El lanzamiento antes del amanecer fue el último en la oscuridad el resto del calendario del programa se mantiene. Solamente quedan cuatro vuelos a los transbordadores.
El Endeavour lleva seis tripulantes, un nuevo compartimiento para la estación espacial y una cubierta de observación, las últimas piezas importantes para el complejo científico.
El transbordador va a llegar a la estación orbital el miércoles. Su vuelo fue demorado un día a causa de las nubes predominantes la víspera.
“Parece que el tiempo mejoró esta noche”, le dijo el director de lanzamiento Mike Leinbach a los astronautas antes del despegue. “Es hora de volar”.
“Nos vemos en dos semanas”, replicó el comandante George Zamka y repitió “Es hora de volar”.
Zamka y su tripulación van a entregar e instalar Tranquility, un compartimiento que eventualmente tendrá equipo de respiración artificial, máquinas de ejercicios y un inodoro, además de una cúpula de observación con siete ventanas.
Va a ser el último trabajo importante de construcción en la estación espacial.
Tanto el nuevo compartimiento como la cúpula _ que totalizan 400 millones de dólares _ fueron suministrados por la Agencia Espacial Europea.
La cuenta regresiva del lunes transcurrió sin incidentes, a excepción de una carrera de último minuto a la plataforma de lanzamiento. El astronauta Stephen Robinson se olvidó del portafolio que llevaba todos sus datos de vuelo, y el equipo de emergencias tuvo que apresurarse a llevárselo justo antes de que se subiese a bordo. El equipo de lanzamiento no pudo resistir burlarse de Robinson.
La misión de 13 días se produce en uno de los momentos más agonizantes para la NASA. Exactamente hace una semana, la agencia espacial conoció oficialmente que el gobierno de Barack Obama había cancelado el programa COnbstalletion de regreso a la luna y sus cohetes Ares.