El proyecto podría presionar a las empresas de telecomunicaciones para que pierdan el control de acceso a Internet en Estados Unidos.
El tema de la neutralidad de la red está candente en Estados Unidos, donde Google quiere que las operadoras permitan a los usuarios ejecutan cualquier aplicación que quieran, mientras que ellas no quieren perder el control de las redes en las que han invertido miles de millones de dólares.
Con la construcción de una red de alta velocidad, Google quiere demostrar a las operadoras que podrían gestionar fácilmente aplicaciones complejas que consumen un montón de ancho de banda sin sacrificar el rendimiento.
Google dijo ayer que no tiene planes para construir una red a nivel nacional, sino que su objetivo es únicamente desarrollar un servicio de pruebas a un “precio competitivo” para entre 50.000 y medio millón de usuarios, ofreciendo un acceso a Internet 100 veces más rápido que el de la mayoría de los usuarios.
La firma de Mountain View ha señalado que las redes podrían funcionar sobre fibra óptica, pero no ha querido dar más detalles.