Una delegación de diputados del grupo socialista en el Parlamento Europeo llegó este martes a Colombia para fijar su posición en cuanto a la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre la Unión Europea (UE) y este país, informaron fuentes diplomáticas.
El grupo de ocho diputados, liderado por el alemán Martin Schulz, próximo presidente del Parlamento, llegará en la tarde a Bogotá.
Durante su estancia, hasta el 19 de febrero, los legisladores tienen previsto entrevistarse con el jefe del Estado, Alvaro Uribe, el vicepresidente Francisco Santos, candidatos presidenciales, empresarios y líderes de los principales sindicatos colombianos, algunos de los cuales se oponen al Tratado.
Colombia se encuentra en la recta final de las negociaciones sobre el TLC con la UE, cuya firma se ha propuesto estampar España durante su presidencia del bloque, hasta el 30 de junio, junto a un acuerdo paralelo con Perú.
Una nueva ronda de negociaciones, en principio “final”, está prevista a partir del 20 febrero, en Bruselas, a la que se espera asista el ministro colombiano de comercio, Luis Guillermo Plata.
La firma del tratado levanta fuertes objeciones entre los defensores de derechos humanos, en especial por el trato a los sindicalistas en Colombia, donde fueron asesinados 40 de ellos en 2009, según la Central Unitaria de Trabajadores (CUT, primera confederación sindical colombiana).
“El grupo socialista en el Parlamento Europeo -el segundo más importante de esta asamblea- está dividido y este viaje debe servir para fijar su posición”, le explicó a AFP un diplomático europeo.
“El acuerdo es bueno porque contiene una cláusula que prevé que en caso de violación de derechos humanos pueda ser suspendido”, dijo otra fuente diplomática europea, favorable a la firma del Tratado.
Una firma rápida también enfrenta resistencias en algunos países europeos por motivos comerciales, relativos a las concesiones que Colombia estaría dispuesta a hacer, en especial para la entrada de vehículos y licores.
Para Colombia, la suscripción del TLC con la UE es de vital importancia y mecanismo alternativo para suplir de alguna forma la puesta en vigencia de un acuerdo similar con Estados Unidos, que aunque fue firmado en 2006, aún no ha sido ratificado por el Congreso de ese país.
La mayoría demócrata del legislativo estadounidense se opone a ratificar el TLC, argumentando también violación de los derechos humanos de sindicalistas.